La CHMS destaca la rapidez y minuciosidad de los trabajos de trasladode especies en el entorno de Aceña de Olga

por Redacción Galicia

Entre 7.500 y 15.600 ejemplares de bivalvos están siendo reinstalados en varias zonas aguas abajo.

El traslado minucioso de entre 7.500 y 15.600 ejemplares de Potomida littoralis y Unio delphinus, las dos
especies afectadas por los trabajos de rehabilitación del azud y Muíño de Olga, en el río Miño a su paso por la ciudad de Lugo, avanza de manera eficaz y a buen ritmo después de una semana de labores de rescate biológico.

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS), organismo autónomo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha destacado la rapidez del proceso llevado a cabo
por 10 técnicos especialistas con amplios conocimientos en trabajos en el medio acuático y en el manejo y detección de estos bivalvos dulceacuícolas.

Se trata de un procedimiento pionero a nivel español que ha requerido un riguroso y amplio estudio de campo para actualizar la información sobre las especies afectadas presentes en la zona de actuación.
Además, las crecidas invernales que provocaron nuevas roturas del azud llevaron a una redistribución de sedimentos y de las náyades que lo habitan, lo que ha complicado la planificación científica.

Los investigadores, en base al detallado estudio de las características del sustrato y las condiciones hidromorfológicas del río de un amplio tramo de hasta 3 kilómetros aguas abajo, y las indicaciones de la Dirección Xeral de Patrimonio Natural de la Xunta de Galicia, han determinado una serie de zonas donde habitan estas mismas especies y que cuentan con una amplia capacidad de acogida para los
nuevos ejemplares. Allí han sido trasladados los primeros de los entre 4.400 y 9.100 ejemplares de Potomida littoralis y de los entre 3.100 y 6.500 de Unio delphinus previstos en el global del trabajo de relocalización.

La implantación se ajusta de manera escrupulosa a los parámetros establecidos por la Dirección Xeral de Patrimonio Natural de la Xunta de Galicia en su autorización para la ejecución de la obra. La reubicación de los ejemplares adultos trasladados se realiza de manera individual con la ayuda de una embarcación, enterrándolos parcialmente conforme a las indicaciones del órgano ambiental. Los ejemplares juveniles son trasladados y reimplantados en un medio controlado mediante unas estructuras metálicas galvanizadas que permiten una estabulación controlada en las zonas de destino.

Estas dos especies de bivalvos dulceacuícolas cumplen un importante papel en la conservación del ecosistema, ya que son capaces de filtrar el agua funcionando como un filtro biológico, y contribuyen con sus
movimientos en el sedimento a la bioturbación del mismo, removiendo y mezclando el sustrato, facilitando el movimiento del fitoplancton y poniendo a disposición contenido nutricional para otras especies. De
ahí la importancia del rescate y traslado en marcha, con un trabajo minucioso e individualizado de marcado, caracterización y separado por especies por parte de los técnicos.

Instalación de la ataguía

Paralelamente, se han iniciado los trabajos de reparación del azud que, estructurados en tres fases, se desarrollarán hasta el próximo mes de octubre. En esta primera semana de trabajos la prioridad ha sido
la retirada de vegetación y limpieza del azud, así como la toma de datos en la franja de 3 metros de ancho situada inmediatamente aguas arriba de este elemento patrimonial.

El objetivo es despejar la zona para proceder a la colocación de los elementos que conformarán la ataguía, la cual permitirá encauzar el río para el desarrollo de la primera fase de obras. Posteriormente, una vez sea despejada la primera zona, se procederá a extraer los ejemplares presentes aguas abajo de la estructura del azud.

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