Es muchas veces el rendimiento de una empresa la proyección de la satisfacción de sus empleados, o del nivel de organización y optimización del trabajo de los mismos. Dicen que nuestra casa, nuestra habitación o el espacio donde desarrollamos la mayoría de nuestras actividades dice mucho de nosotros mismos.
Pues bien, la forma en la que seamos capaces de manejar nuestra empresa no tiene que ver solamente con lo bueno o lo malo que sea un determinado producto que vendamos u ofrezcamos, sino también con la manera en la que transmitamos la información a nuestros clientes. Si una casa ordenada genera buena impresión en un visitante, una empresa bien gestionada también provoca inputs positivos, además de la facilidad y satisfacción de quienes trabajan para nosotros. La consecuencia no puede ser otra que el beneficio a la hora de desarrollar su empeño laboral.
Existe una máxima que en el año 2024 ningún empresario de referencia o con éxito sería o se atrevería a negar: es fundamental que, allá donde nuestra especialización no alcance, seamos lo suficientemente inteligentes para ponernos en manos de profesionales formados y mucho más capacitados que nosotros para desarrollar esas tareas. Es decir, en toda regla confiar en una subcontratación o una externalización del servicio que nos permita todas las virtudes del mismo. Un caso paradigmático es el software para la gestión del tiempo: una herramienta que gestione de forma sencilla y meticulosa todas las tareas diarias. Las mismas incluyen desde el control horario de los empleados y sus fichajes hasta la gestión de las vacaciones o el absentismo.
Se trata de facilitarnos las tareas y evitar descentrar la atención de asuntos que realmente requieren de nosotros y que una aplicación o un programa no son capaces de desarrollar. Por otra parte, aporta la claridad y transparencia necesarias para generar credibilidad y seriedad en el concepto que el trabajador percibe de nuestra empresa. Se trata de ahorrar tiempo y reducir costes, así como aprovechar una potente analítica de datos.
Por otra parte, el sistema de control de presencia como su propio nombre indica tiene que ver con el registro de las entradas y las salidas de los trabajadores, así como las facilidades que se les da a los mismos para el registro. Esa misma facilidad para hacerlo de la manera más cómoda también implica la comodidad en la gestión de la misma para el empleador. Hacer sencillo lo difícil es en ocasiones lo más difícil.