La nueva investidura de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno habría encendido todas las alarmas en los despachos del establishment españolista, formado por las élites financiera-empresarial, política, judicial, militar, jerarquía católica, universitaria y mass media del Estado español por lo que habrían preparado una trama para acabar con el Gobierno de Sánchez.
Así, la Fundación FAES (Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales) habría preparado en su laboratorio la llamada «Operación Felón», con el objetivo confeso de convocar nuevas elecciones en la creencia de que la nueva CEDA integrada por el Partido Popular (PP) y Vox lograrán una mayoría absoluta que implementaría posteriormente una democracia liberal.
El pistoletazo de salida de dicha asonada popular correspondió al vocero de la FAES, el ínclito Aznar y tuvo lugar en la inauguración del máster de Acción Política de la Universidad Francisco de Vitoria, desde donde pontificó: ‘todos los que puedan hablar, hablen, y todos los que puedan actuar, actúen».
Dicha trama estaría ya en marcha y contaría con la aquiescencia de todos los estamentos del establishment. Así, para calentar motores, la mass media del establishment habría iniciado una feroz cruzada mediática para movilizar a todos los estamentos sociales contra la ley de amnistía consensuada entre el PSOE y el líder independentista catalán Carles Puigdemont, trama que se verá complementada con la nueva ofensiva del lobby tardofranquista judicial contra la esposa de Pedro Sánchez y con el intento de los grupos neonazis de provocar un nuevo Motín de Esquilache sirviéndose de la indignación de la ciudadanía valenciana por la nefasta gestión de la DANA destructiva.
¿Busca la ultraderecha un nuevo motín de Esquilache?
La cobardía política y el negacionismo del cambio climático del Presidente Mazón al no decretar el cierre total de actividades en la Comunidad Valenciana a pesar de declarar la AEMET la alerta roja para la zona, habría provocado un reguero de más de 200 fallecidos y pérdidas multimillonarias y una población abandonada a su suerte por la negligencia manifiesta de Mazón a la hora de tomar las decisiones drásticas que exigía la gravedad de la situación.
Sin embargo, aprovechando el profundo malestar de la población afectada tras estar sumida durante tres días en un caos absoluto y un abandono vergonzante de los servicios de Protección Civil, la FAES habría cocinado la reedición del Motín de Esquilache.
Para ello, se serviría ahora de grupos de ultraderecha como Revuelta, Desokupa o Frente Obrero que actuarán como punta de lanza y cuyo estreno fue la emboscada e intento de linchamiento contra Sánchez aprovechando su visita a la zona cero de la tragedia, Paiporta y que estuvo aderezada con una inofensiva lluvia de barro contra los Reyes para conseguir la foto de cercanía de los Monarcas al Pueblo sufridor.
Dicha estrategia tendrá su culminación en la Manifestación de Valencia del 9 de Noviembre, convocada por partidos de la oposición valencianos y asociaciones cívicas para exigir la dimisión del responsable de la nefasta gestión de la tragedia, el President de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón. Así, dichos grupos ultras han convocado a todos sus seguidores a acudir a dicha manifestación con el objetivo confeso de reventarla y sembrar el caos en la capital levantina para reeditar un Motín de Esquilache en toda España contra el Gobierno de Pedro Sánchez y provocar la convocatoria de nuevas elecciones, en la creencia de que la nueva CEDA integrada por el Partido Popular (PP) y Vox lograrán una mayoría absoluta que implementaría posteriormente una democracia no liberal, siguiendo la estela de Orban.