Casacas y chalecos para hombre: cómo definir un estilo que marque la diferencia

por Diego SanFer

Los tiempos han adaptado su dinámica y su realidad hasta un punto que todas las convicciones que dábamos por hechas hace no demasiados años nos parecen y asumimos hoy en día como obsoletas y anacrónicas. Es decir, nos reímos del yo mismo de hace no demasiados años, debido en buena medida a un proceso que entendamos como evolución. Una de esas máximas que afortunadamente se ha dado por superada tiene que ver con los cuidados del hombre y la vieja idea de que éste no puede ser presumido no mirar por su propia imagen. Totalmente falso, alejado de la realidad y la coherencia. El hombre de 2024 se preocupa, quiere dar la mejor imagen posible y, sobre todo, desea estar a gusto consigo mismo. Y es que no existe la felicidad sin la felicidad interior, y en muchas ocasiones ésta comienza por lo que proyectamos hacia el exterior o lo que los demás perciben de nosotros. 

Buena parte de esa percepción la transmite, queramos o no, la forma en la que nos vestimos. Es una realidad incuestionable que el primer mensaje que enviamos al interlocutor le entra por los ojos, así que desde el primer contacto visual estamos enviando una información para la cual la única forma de controlar el mensaje es controlar nuestra propia vestimenta u outfit. Las casacas hombre son una de las prendas con mayor personalidad que podemos encontrar en el mercado y con las que podemos moldear ese mensaje de infinitas formas posible. Es absolutamente imprescindible en cualquier guardarropa y marcan un toque de estilo diferencial en un tipo determinado de vestimenta. Da igual lo que quede por debajo de ellas, nada escapa a que sean la guinda del pastel de nuestra elección, pues para cada jean, short o camiseta existe un maridaje recomendado.

Una de las características diferenciales de las casacas para hombre son su versatilidad. Los estilos, los colores, los materiales… todo es adaptable a una situación y un momento determinados. También se puede aplicar la misma máxima al precio. 

Los chalecos hombre se han reinventado durante los últimos años y se han puesto en la primera línea de las preferencias de una manera transversal, de tal forma que prácticamente no entienden de segmento de público o de edades. Son absolutamente personales, prácticos y válidos para cualquier estación.

No solamente se trata de hablar de elegancia, sino también de versatilidad y complemento para cualquier atuendo. En ambos casos, tanto para la casaca como para los chalecos, se trata de que cada hombre marque una determinada personalidad que ofrezca una imagen diferencial de sí mismo y que sea capaz de mandar a los demás ese mensaje que deseamos sin ni siquiera abrir la boca. 

Estamos en 2024, y el hombre del futuro se define por un cuidado de sí mismo y de su imagen mezclando alternativas de calidad, con una amplia gama de posibilidades que le permiten variar a lo largo de todo el año. Y sobre todo es plenamente consciente de ello.

Comparte éste artículo
Escribe tu comentario