El ecologista onubense Luis Manuel Bejarano lleva años advirtiendo sobre la inminente desaparición de un ecosistema natural basado en el viñedo, del que solo sobreviven unas 1.800 hectáreas.
La imagen de Luis Manuel Bejarano ha sido ampliamente difundida por los principales medios de comunicación internacionales durante la crisis de los incendios en España. Y es que este ecologista español, y su proyecto de hacer cortafuegos en zonas de bosque usando un Batallón de Burros Bombero, ha mostrado una cara amable y, hasta simpática, de que algo estaba funcionando en España, respecto a la devastación absoluta en muchas Comunidades del país.
Viñedo del Condado
Pero lo que pocos sabían es que, además de su esfuerzo por proteger la biodiversidad, usando métodos planificados de desbroce con animales, Luis Manuel también lleva mucho tiempo intentando evitar la inminente desaparición de un tesoro cultural y ecológico denominado Viñedo del Condado. Superficies del viñedo que-según manifiesta Bejarano- llevan más de 500 años librando a esta zona de especial interés ecológico de los incendios forestales.
Su lucha no se ha traducido en ninguna noticia esperanzadora ya que, sobre todo en los dos últimos años, el viñedo de Doñana está siendo arrancado de forma masiva por la absoluta falta de ayudas de la Junta de Andalucía y la Diputación de Huelva a las ultimas 1800 hectáreas que sobreviven en la zona.
El lince ibérico ha encontrado en el viñedo una fuente de alimentación, y cada vez es más común ver a estos felinos merodear entre las vides.
Un lince descansa entre viñedos
El ecologista, recientemente premiado por la Junta de Andalucía y la Federación de Municipios y Provincias, para agradecer sus proyectos de defensa del medio natural, afirma que Doñana está viviendo en los últimos 24 meses una de las situaciones “más absurdas de su difícil existencia”. Y es que opina que es una increíble falta de visión de futuro por parte de la Instituciones, el no prestar apoyo para evitar que se arranquen unas superficies de cultivo que no perjudican al acuífero del Parque Nacional, mientras que, en cambio, si se conceden casi 100.000 euros por hectárea a superficies de frutos rojos, a cambio de que no cultiven nada y con ello evitar que sigan secando las reservas de agua de Doñana. Propuesta que Bejarano define como sencillamente Kafkiana.
Y como muestra de la importancia para el ecosistema, Bejarano está difundiendo imágenes de linces ibéricos deambulando por las viñas en busca de topillos, liebres y conejos. Y es que el viñedo se ha convertido en una esperanza para la expansión de la especie.
El activista, sigue esperando respuesta a su proyecto denominado “Botinero”, remitido a la Diputación y Junta de Andalucía, donde reclama una ayuda urgente a los viticultores de 4.500 euros por hectárea para frenar el, previsible, arranque de viñedo que se va a producir tras la vendimia en septiembre. Arranque que muchos agricultores ya han manifestado estar estudiando ante la insostenible situación económica que soportan desde hace años, teniendo que vender su uva a precios de hace 30 años, pero con los costes de producción multiplicados por cinco.
En las imágenes televisadas de los incendios de España, se ha podido comprobar la importancia que han desempeñado las superficies de viñedo para frenar las lenguas de fuego. Según Bejarano, “en Andalucía no hemos aprendido nada” y estamos a punto de perder para siempre estos cortafuegos naturales, lo que nos condena a tener que sufrir-previsiblemente- unos incendios que van a costar a los contribuyentes veinte veces más, que esos 4.500 euros por hectárea que reclama a las administraciones.