Empresarios de Vigo y Ourense advierten: El 75 % de los empleos se queda sin sucesión hoy

El Centro Cultural Marcos Valcárcel, sede de la Diputación de Ourense, acogió esta mañana una nueva sesión del ciclo “Construyendo Futuro. Puente Digital Ourense–Vigo”, organizado por el Círculo de Empresarios de Galicia en colaboración con la Diputación.

El encuentro, con formato híbrido y conexión simultánea entre Ourense y Vigo, puso el foco en uno de los mayores retos de la economía gallega: el relevo generacional y la captación de talento joven como garantía de futuro del tejido empresarial.

La apertura corrió a cargo de Rosendo Fernández, diputado provincial de Turismo, Termalismo y Representación Institucional de la Diputación de Ourense, quien recordó que “el futuro de las empresas y su continuidad dependen de la competitividad en un mundo globalizado”.

Fernández subrayó que hablar de innovación o de inteligencia artificial “es también hablar de relevo generacional y de talento joven”, e incidió en el papel esencial de las pequeñas y medianas empresas y de los autónomos en la economía ourensana.

Desde Vigo intervino María Borràs, presidenta del Círculo de Empresarios de Galicia, que alertó sobre el déficit de relevo laboral:

“Si ahora mismo tuviésemos que relevar todos los puestos directivos y no directivos del mercado laboral, solo podríamos cubrir un 25 %.” Una cifra que, según explicó, refleja la urgencia de atraer y retener talento y de favorecer la convivencia entre generaciones en las organizaciones gallegas.

Una conversación entre generaciones

El evento prosiguió con un ameno debate intergeneracional.  Así, en el encuentro moderado por Pablo López (Creativigo) desde Ourense y Ángela Caruncho (Torres y Carrera) desde Vigo, participaron  Jorge Vázquez (Redegal), Elsa Fernández (NTT Data), Dani Diéguez (dinamizador de transformación digital), David Martínez (Asociación Empresarial y Profesional de Autónomos de Ourense) y Fátima Nieves (FNF Arquitectos / AJE Ourense).

Desde Vigo lo hicieron Antón Fonseca (Terras Gauda), Bartolomé Pidal (Nortempo) y Xurxo Arias (Aedipe Galicia / BorgWarner Vigo).

El debate mostró distintas perspectivas sobre cómo afrontar el cambio generacional.

Jorge Vázquez destacó el papel del talento joven en la expansión internacional de las empresas tecnológicas gallegas. Mientras que Elsa Fernández señaló que el paradigma ha cambiado: “Ya no es el candidato quien tiene que gustar a la empresa, sino la empresa la que debe saber atraer y convencer”.

Dani Diéguez puso el acento en la necesidad de construir relaciones más horizontales entre generaciones, y David Martínez recordó la realidad del pequeño comercio y la artesanía local: “En Galicia cierran panaderías porque no hay quien amase el pan. No se trata solo de digitalizar, sino de ofrecer proyectos de vida”.

Desde Vigo, Antón Fonseca explicó cómo Terras Gauda ha vivido con éxito un relevo generacional basado en la confianza y la preparación, y Bartolomé Pidal insistió en la urgencia de adaptar la formación a las necesidades reales del mercado laboral.

Por su parte, Xurxo Arias defendió un nuevo modelo de liderazgo: “Hoy el liderazgo pasa por escuchar, acompañar y empoderar; los jóvenes buscan coherencia y propósito”.

Fátima Nieves, representante de los jóvenes empresarios de Ourense, cerró el bloque con un mensaje optimista: “El mayor motor son las ganas. No se trata de competir, sino de avanzar juntos, aprendiendo unos de otros”.

Conclusiones: confianza, colaboración y propósito

La jornada concluyó con un consenso compartido desde ambos escenarios: el relevo generacional ya no es un reto de futuro, sino una necesidad inmediata.

Los ponentes coincidieron en que la continuidad empresarial pasa por combinar la experiencia sénior con la energía y la creatividad del talento joven, y por ofrecer a las nuevas generaciones proyectos profesionales con propósito, que conecten con sus valores y con su modo de vida.

Se destacó también la importancia de ajustar la formación a las demandas reales del tejido empresarial, de atraer talento internacional y de favorecer políticas de conciliación y natalidad que contribuyan a revertir la pirámide demográfica gallega.

El mensaje final fue claro: Galicia tiene futuro si apuesta por su gente y trabaja unida entre generaciones, territorios y sectores.

Un cierre que reflejó el espíritu del Puente Digital Ourense–Vigo: conectar visiones para construir oportunidades.

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