El delantero camerunés firmó una actuación memorable con un doblete de cabeza ante el Langreo para un Fabril imparable que encadena seis triunfos y comanda la Segunda Federación
El campo Arsenio Iglesias del Dépor Training Center en Abegondo fue testigo, una vez más, de la superioridad incontestable del Fabril en este inicio de temporada. El filial blanquiazul, dirigido con maestría por Manuel Pablo, no solo sumó su sexta victoria en seis jornadas ante el Langreo (2-0) para afianzarse como líder destacado del Grupo I de Segunda Federación, sino que lo hizo de la mano de su estrella más rutilante: Bil Nsongo.
El ariete camerunés se coronó como el gran protagonista del encuentro con una exhibición de poderío ofensivo y, especialmente, de juego aéreo. Sus dos goles, ambos de cabeza, no solo sirvieron para doblegar al cuadro asturiano, sino que certificaron un inicio de curso sencillamente espectacular.
El primer tanto de Bil llegó tras un centro medido de Mané, donde el delantero demostró su excelente colocación y remate para abrir la lata. El segundo, en la segunda mitad, sentenció el partido al cabecear de forma inapelable un saque de esquina. Con este doblete, Bil Nsongo eleva su cuenta particular a 7 goles, sumando además 4 asistencias para redondear unas cifras excelsas en solo seis partidos. Esto significa que el ‘pichichi’ del Fabril ha participado de forma directa en 11 de los 16 goles anotados por el equipo, una estadística que subraya su impacto demoledor y su importancia capital en el esquema de los de Manuel Pablo.
Un valor de futuro para el club
La apuesta del club y del propio jugador por continuar juntos en A Coruña tras una campaña anterior ya destacable, se está revelando como un éxito rotundo. Si bien en el curso pasado Bil ya dejó destellos de su potencial con buenos números y actuaciones, este año ha dado el salto de calidad definitivo. Ha pasado de ser una promesa a ser una realidad indiscutible de la categoría, un delantero centro dominante que combina físico, inteligencia y una eficacia letal frente al arco.
Su voracidad goleadora, unida a su capacidad para asistir y asociarse, hace del Fabril no solo un equipo que destaca por una solidez defensiva admirable, sino también por ser un conjunto con una pegada temible.
Sin embargo, para el camerunés el éxito del Fabril es solo la antesala de su verdadero objetivo: debutar con el primer equipo y pisar el césped de Riazor. Su excelente desempeño no ha pasado desapercibido en el cuerpo técnico del Dépor.
Tanto el director deportivo, Fernando Soriano, como el entrenador del primer equipo, Antonio Hidalgo, ya se han referido públicamente a Bil Nsongo como una alternativa real a tener en cuenta ante posibles contratiempos, lesiones o sanciones en la punta de ataque herculina. Soriano, de hecho, ha incluido al joven atacante en la lista de opciones que manejan para la parcela ofensiva, destacando su rendimiento en el Fabril. Por su parte, Antonio Hidalgo ha justificado su presencia en entrenamientos del primer equipo señalando que es importante y una apuesta clara del club y suya contar con jugadores del filial en situaciones de necesidad o si ellos mismos se lo ganan, valorando su evolución: «Queríamos ir viéndole, ha entrenado muy bien».
Los sueños del ascenso directo se construyen a base de pleno de victorias, y en el centro de ese proyecto, con la cabeza bien alta, está el nombre de Bil Nsongo.
Foto portada: RC Deportivo
