La naturalidad y sobriedad de la Soledad Coronada de Alcalá del Río, claves para entender su valor artístico

 La Virgen de los Dolores en su Soledad Coronada, venerada en Alcalá del Río, se erige como una de las piezas devocionales más destacadas del antiguo Reino de Sevilla.


Su fisonomía, de marcado carácter arcaizante, permite situar entre las dolorosas de vestir más antiguas de su iconografía, cualidad perceptible en la excepcional nobleza y severidad clásica de su rostro.

En ella, la sobriedad adquiere un valor estético y espiritual determinante. Es precisamente la naturalidad de su porte —libre de artificios excesivos— la que mejor revela la profundidad expresiva de la imagen.


Los tocados sencillos y equilibrados potencian la esencia original de la Dolorosa, en mayor sintonía con su antigüedad y con la identidad propia que la tradición local ha preservado a lo largo de los siglos.

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