Jesús Antonio Rodríguez Morilla
En noviembre de 2023, escribía Artículo titulado: La Inteligencia Artificial Política – Tiempos que definirán nuevas épocas.
Intentaba, bajo forma Prospectiva, según la OCDE, tratar de definir la disciplina como “tentativa sistemática para observar entre otros, nuestro futuro en política, economía y sociedad, bajo el propósito de identificar los mayores beneficios económicos y sociales futuros.
O mencionado en “Román Paladino”, algo así como expresar en forma clara, simple, concisa, sin adornos o complicaciones, considerar una “especie de “dèjá vu”. expresión francesa equivalente a la española «ya vivido», respecto a hechos similares pretéritos, con altas posibilidades de que vuelvan a suceder, mientras los partidos insisten en sus paradojas
Finalizaba el Texto arriba citado, sugiriendo respecto a la situación de hoy, de sobra conocida y empeorada, de la siguiente forma: “se deberá recurrir y compaginar, si resulta factible, a los pesos pesados en el género político-dialectico a opciones como Isabel Díaz Ayuso y Cayetana Álvarez de Toledo, las cuales harían falta ante la dialéctica que presenta la bancada del Gobierno”.
Recuerdo igualmente que en Diciembre 2022, ya escribíamos que teníamos una “sociedad confundida” con tantas otras distintas realidades.
Tales premisas no resultaban disparatadas, teniendo en cuenta las frecuencias con las que el actual Gobierno y sus socios nos obsequian a menudo con sus políticas y visos de perpetuarse en continua deriva.
Ya conocen mis criterios agnósticos sobre clases de políticos/as, pero puede llegar el momento en que se tenga que elegir la opción entre: malo, peor, o abstención, y que alguna de las mismas, pueda producir tan ansiada regeneración política.
Según los expertos, la historia suele ser útil para no repetir los errores del pasado, pero en ocasiones ocurre todo lo contrario, por lo que es obligatorio aprender sus severas lecciones.
Al hilo de lo anterior, me viene al pensamiento, retrospectivo en este caso, valorar experiencias pretéritas en política de Núñez Feijóo, y Hernández Mancha, éste, cuando sustituyó a Manuel Fraga, liderando la derecha española entre 1987-89-.
El líder en Andalucía fue apoyado por los sectores regionales y conservadores en un momento de crisis del liderazgo tras la dimisión de Manuel Fraga.
Hernández Mancha fue apoyado por los sectores regionales y conservadores dentro de la derecha española en un momento de crisis del liderazgo tras la dimisión de Manuel Fraga.
Sin embargo, no logró trascender su perfil autonómico, y esta fue una de las razones por las que su mandato al frente del PP fue breve y poco exitoso. Al carecer de presencia en el Congreso de los Diputados y no haber ganado las elecciones, su liderazgo fue débil.
Respecto a Núñez Feijóo, permaneció en política autonómica gallega de 2009-2022, reemplazando a Pablo Casado este último año, después de una dura lucha interna que debilitó al partido.
Feijóo contó con el apoyo de varios líderes autonómicos y barones regionales del PP cuando Pablo Casado dejó la dirección del partido en 2022
Aunque ha mantenido una imagen de estabilidad y gestión, se ha enfrentado a un escenario político fragmentado y competitivo a nivel nacional, donde sus logros en Galicia no siempre son percibidos como suficientes para enfrentarse a las complejidades de la política española actual.
No obstante, debe reconocerse que ha logrado mantener un liderazgo más sólido y prolongado que Hernández Mancha, aunque todavía enfrenta el reto de consolidarse completamente a nivel nacional, con alrededores tendentes a “moverle la silla”.
Uno de los mayores retos que enfrentaron ambos, fue proyectarse más allá de su región de origen, pero, aunque su liderazgo autonómico fue sólido, la política nacional requiere unas características, visibilidad y un alcance, difícil de lograr.
Como punto en común, ambas figuras fueron consideradas claves en la historia del Partido Popular, y el paso por la política autonómica les brindó una imagen de «gestores competentes», lo que se considera un activo importante cuando se pretende dar el salto a la política nacional.
DÍAZ AYUSO.
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha sido una figura central en la política española en los últimos tiempos y algunas circunstancias, entre otras, sus enfrentamientos con el Gobierno Central la han significado socialmente, juntamente con Cayetana Álvarez de Toledo, y sus intervenciones en el Congreso. como podrían justificar su acceso a la presidencia del Partido Popular (PP).
A continuación, enumero algunos de los méritos y factores que podrían apoyar su candidatura o relevancia para otras responsabilidades:
Dos victorias contundentes en Madrid: 2021 y 2023, en la Asamblea de Madrid, obtuvo una mayoría absoluta, lo que consolidó su poder regional y nacional dentro del PP. hoy considerada como una figura capaz de enfrentarse con éxito a la izquierda y otros partidos de la oposición, además de imagen carismática y cercana, conecta con sectores amplios del electorado.
Al haber centrado su carrera política en Madrid, su perfil ha crecido a nivel nacional, constituyéndose es una de las figuras más visibles del PP, para optar a mayorees responsabilidades.
Resumiendo, siempre resultará difícil orillar ciertas peculiaridades y ambiciones conocidas, pero ante las presentes circunstancias, una gran parte de España necesita perseverar bajo el marco de la cordura, (algo imposible al parecer) a fin de evitar fraccionar al País en varios supuestos, oponiéndonos, hasta que podamos respirar sin toxicidad política.
Significar, aunque no es necesario, no conocer, ni haber tenido contacto alguno en ningún momento con las personas aquí citadas.