RC Deportivo. Historia de un despropósito

por Gonzalo Soto

Se ha levantado el velo de Halloween, sin costuras, lo que me ha permitido conocer la verdad sobre la nefasta gestión de la dupla Fernando Soriano-Máximo Benassi en la búsqueda de un nuevo entrenador. Por lo que hemos vivido en los últimos días, la única y exclusiva alternativa que tenía el director deportivo, era la de Bruno Saltor. El que podría ser sustituto de Imanol Idiakez ya estuvo en A Coruña en la temporada estival, invitado por su amigo Soriano, mientras los rumores de la salida de Imanol en el verano eran clamorosos, como lo refrenda el entrenador saliente en su carta de despedida, se sentía cuestionado desde hace tiempo. Lo he escrito en varias ocasiones, entre Soriano e Imanol no había comunicación.

El lunes, el director deportivo paseo por A Coruña y por las oficinas de ABANCA a Bruno Saltor, presentándolo como sustituto de Imanol Idiakez en el banquillo deportivista. ¿Qué pasó después?

1.-Que Bruno Saltor no pasara las pruebas psicotécnicas y la entrevista en el departamento de Recursos Humanos de Abanca.

2.- Una vez anunciado en 21noticias el nombre de Bruno Saltor, el presidente Escotet, dada la repercusión negativa en redes sociales, no diera el visto bueno a esta contratación.

Como consecuencia de esta situación de falta de gestión deportiva, provoca que un entrenador de la casa, Óscar Gilsanz dirigirá al Deportivo en Cartagena, al que le deseo de corazón que triunfe y continúe en el puesto, se lo merece, como así lo reconoce una gran parte de la afición.

Lo que llama mi atención es el oculto papel del director general Máximo Benassi en la falta de reacción ante una situación de “crisis” deportiva, imagino que el silencio vendrá impuesto desde Rúa Nueva, a todos, incluido al DIRCOM. Lo sucedido desde el domingo cuando cesan al entrenador, hasta hoy, es más propio de una película de Berlanga que de un Club histórico, como es el RC Deportivo de La Coruña. Se ha confirmado con el dislate de, este entrenador, sí; este entrenador no, que la única alternativa que tenían la dupla era un amigo de Fernando Soriano, siguiendo la línea “afectiva” de las últimas incorporaciones en la parte deportiva del Club.

Suerte a Óscar Gilsanz en Cartagena, será la suerte de todos los deportivistas.

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