Maduro libera a cuentagotas. Por Iñaki Anasagasti

por Iñaki Anasagasti

En Venezuela y tras la muerte bajo custodia de un activista de la oposición venezolana, Jesús Martínez Medina, el jueves pasado, han sido liberados unas decenas de presos quedando todavía en prisión la mayoría de ellos.

Jesús Martínez Medina, de 36 años, había sido apoderado en las elecciones del pasado 28 de julio. No se le prestó atención médica a su diabetes y en el hospital no le permitieron hacerle una ecografía para ver si tenían que amputarle la pierna. Su muerte y la brutalidad de la misma han causado una conmoción.

Quizás por esta razón y por el temor a la administración Trump se ha producido la liberación de varios presos políticos aunque hay que recordar  que en  democracia no hay presos  políticos pero en dictadura si.

En total, se han liberado a 70 presos políticos. Según la ONG de derechos humanos Foro Penal, 1.848 personas han sido detenidas por las protestas contra el fraude electoral de Nicolás Maduro.

Todavía siguen en las cárceles de Venezuela, los dos bizkainos, José María Basoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme, detenidos el pasado septiembre, acusados de pertenecer al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y preparar un plan para asesinar al presidente del país, Nicolás Maduro. Pero no informan, por si acaso, ni dan ninguna prueba con tantas datos  que dice Maduro que tiene. Y lo llamativo es que con Pablo González hubo varias campañas pero al parecer con estos dos bilbaínos, el ser secuestrados por una dictadura es lo de menos, con lo que se demuestra la doble vara de medir.

Tras la liberación, en este grupo  de  dos españoles, quedan 15 presos políticos españoles en Venezuela. Entre ellos, se encuentran Jorge Alayeto, empresario capturado en 2017 que ha sido torturado. María Auxiliadora Delgado Tabosky, encarcelada desde hace cinco por ser hermana de un militar acusado de rebeldía. Ángela Expósito, directora de la ONG Fundanimal, por cuidar a los perros de otros presos políticos. Karen Hernández, acusada de formar parte de la Operación Gedeón, el fracasado desembarco de militares rebeldes de 2020. Fernando Noya, cuñado de Antonio Sequea, que liberó a Leopoldo López.

Comparte éste artículo
Escribe tu comentario