La industria del automóvil en España está viviendo una etapa de profunda transformación debido a la digitalización y los nuevos modelos de negocio. Si bien antes el centro de atención estaba puesto en los procesos de producción y venta, ahora los inversores ponen el foco en los tipos de uso que hoy en día reclaman los usuarios del sector del automóvil.
Así pues, nos dirigimos hacia un nuevo modelo de movilidad cada vez más inteligente, eficiente y accesible, y para el que se requiere una oferta comercial potente con el objetivo de conseguir una integración total con todo el ecosistema económico y social.
La irrupción en el mercado del transporte compartido o el coche eléctrico, son fenómenos que contribuirán a una reducción considerable del parque de vehículos para 2030, según se desprende del informe ‘Eascy: las cinco dimensiones que transformarán el sector de Automoción’, elaborado por PwC.
Concretamente en cifras, en Europa se espera una reducción del 25% del parque, pasando de 280 millones a 200 millones de unidades, mientras que en Estados Unidos se pronostica una reducción del 22%, pasando de 270 a 212 millones de unidades, tal y como señala el informe.
Al mismo tiempo y debido a un uso mucho más intensivo y una reducción de su ciclo de vida útil, el número de matriculaciones crecerá de forma sustancial. Según el informe, en Europa se estima que las matriculaciones aumenten en 2030 hasta en un 34%, pasando de 18 a 24 millones de unidades. Por su parte, en EE.UU. las matriculaciones aumentarían un 20% hasta alcanzar los 21,6 millones de vehículos.
El coche del futuro
El ritmo del cambio en el sector de la automoción avanza a gran velocidad. Los fabricantes y proveedores de servicios se centran ahora en la experiencia del conductor para diseñar el coche del futuro.
De esta forma, se continúa trabajando intensamente en soluciones de movilidad para personas con discapacidad mediante la fabricación de vehículos adaptados para conductores en silla de ruedas, como los que ofrece Allied Mobility, o vehículos de inteligencia artificial de conducción autónoma.
Además, gracias a las nuevas tecnologías y a los productos de inteligencia artificial, podemos hablar de conductores conectados a través de asistentes virtuales, sistemas de navegación inteligentes o la implantación de la tecnología móvil 5G.
Por otra parte, la implantación del coche eléctrico requiere todavía de grandes inversiones para conseguir su plena integración. Ya que en España seguimos a la cola de Europa en su implantación debido a la falta de ayudas institucionales para su compra, así como red de puntos de recarga que cubra buena parte de la geografía española.
La patronal de los fabricantes Anfac reclama una regulación y una política de cohesión nacional para un parque de automóviles eléctricos que, según las estimaciones de la asociación, en 2030 será de 2,5 millones de vehículos aproximadamente. Y para los cuales se necesita alcanzar los 200.000 puntos de recarga eléctrica (actualmente cerca de 5.000) para abastecer de forma eficaz a esta demanda.
Por último, desde la Dirección General de Tráfico (DGT) destacan la importancia de acompañar los avances tecnológicos en la industria del automóvil con la formación del conductor, que es quien finalmente tiene que adaptarse e interactuar con ella.