Cada vez son más frecuentes las rupturas matrimoniales en nuestro país, aumentando un 16,6% en el último trimestre del año 2020, con respecto al año anterior. Los hábitos han cambiado y un alto porcentaje suelen sustanciarse de manera consensuada entre la pareja (35,3 %), mientras que, los no consensuados, muestran bajadas (12%). La mayoría de las veces se llegan a concitar acuerdos amistosos, como demuestran las estadísticas, gracias al buen hacer profesional del abogado/a, que ejerce, en muchas ocasiones, de mediador entre la pareja.
El divorcio consensuado siempre es menos doloroso, se evitan procesos contenciosos, que en ocasiones, se enquistan sin beneficiar a ningún miembro de la pareja. Son múltiples las razones por las cuales se pone fin a la convivencia, la mayoría de las veces, el amor se ha puesto en fuga y deciden poner fin a esa relación. Cuando la pareja toma la decisión de romper la convivencia, es aconsejable acudir a un abogado divorcio, es un especialista en resolver estas situaciones, conocen por su experiencia profesional, la manera adecuada para dar por finalizada la relación. Hacerlo de manera consensuada cuenta con incontables ventajas:
– Proceso menos doloroso: La ruptura de un matrimonio no es un momento agradable para ninguna de las partes. Por eso, la mayoría de los implicados quieren que sea lo más breve y amigable posible. Además, también provoca menos daño a los hijos en común, si es que los hubiera.
-Ruptura más sencilla: Si no se tienen hijos es aconsejable recurrir al divorcio exprés, la vía más rápida para romper un matrimonio. Pero en el caso de compartir descendencia con la pareja, estos trámites se ejecutan de una forma más sencilla con un divorcio de mutuo acuerdo, que con un divorcio contencioso.
-Trámites más económicos: El divorcio de mutuo consentimiento puede ser gestionado por solo un abogado, quien representará a ambos cónyuges en las diligencias procesales, por consiguiente, los costes disminuyen para ambas partes, los trámites son menores que el divorcio contencioso, por esa razón, los honorarios son notablemente inferiores.
-Relación futura más amigable: En el caso de que la pareja tenga hijos en común, mantener una buena relación entre ellos es primordial para la educación de los mismos y el bienestar de cada uno de los miembros de la pareja. Cuando se conserva un lazo cordial entre los interesados, todas las condiciones pactadas en el convenio regulador —el tipo de custodia, la pensión alimenticia, la pensión compensatoria (si procede), el uso de la vivienda familiar (si la hay), reparto de bienes gananciales (si en su día se optó por esta fórmula)…— se cumplen con rigurosidad, por el compromiso de ambos acordado amistosamente.
Con el divorcio de mutuo acuerdo, todas las partes salen ganando, ya que no existe ganador ni perdedor, sino un acuerdo que hace que la relación entre la ex pareja, hijos, familiares, etc., no se deteriore más de lo que ya pudiera estar.
Es aconsejable acudir a un profesional del derecho con amplios conocimientos en cuestiones de familia, para qué oriente y aconseje a la pareja, a solucionar la situación satisfactoriamente.