El Parque Garrafón y su paradisíaco entorno, con arrecifes y actividades de todo tipo, suponen uno de los destinos más demandados por los millones de visitantes que cada año recibe Cancún, en la península del Yucatán
La velocidad a la que se mueve el mundo actual, unida al inevitable crecimiento del mismo, hace cada vez más difícil de resolver la ecuación entre la necesidad de encontrar una vía de escape personal a esa dinámica de lo inmediato y la posibilidad de encontrar rincones lo más semejante posibles a lo que nos ha brindó en su día la Madre Naturaleza. En muchos casos, esos rincones exclusivos adquieren eso, una etiqueta de casi privacidad, inalcancable para el ciudadano medio de a pie. Sin embargo, en la cultura popular mantiene intactas muchas de esas características, y por ende buena parte de esa demanda México, y dentro del mismo Cancún y las maravillas más próximas al mismo.
A solamente veinticinco minutos del tradicional destino caribeño se encuentran la preciosa Isla Mujeres y el Parque Garrafón, donde el ser humano y la naturaleza conviven en una comunión perfecta para disfrutar, desconectar y, también, encontrar lo que en muy pocos rincones del mundo podría. Este parque natural ofrece actividades recreativas, como snorkel, kayak, tirolina y excursiones en la isla; y de relajación, como temazcal, piscina panorámica o camastros. Es decir, mucho más de lo que incluso cabría en un sueño o en una concepción de unas vacaciones idílicas. Se trata de un tour de lo más solicitados para los viajeros que ya de por sí caen rendidos al encanto de Isla Mujeres, pero el entorno único del parque Garrafón ofrece un arrecife artificial propio. Además, los visitantes pueden vivir un día completo con más actividades y experiencias.
En muchos casos, el transporte en un país al que uno está poco acostumbrado se convierte en un lioso trámite, que acaba con experiencias para un libro de los horrores o incluso con un boicot a esas vacaciones que tanto hemos soñado. No es el caso de esta expedición, disponible de forma gratuita en la experiencia. De hecho, el propio traslado supone una postal inimitable, a través de las turquesas aguas del Caribe mexicano.
Es el snorkel en Isla Mujeres lo que cualquier crítico o blogger de viajes llamaría un ‘must’: es decir, no puedes irte sin… y lo cierto es que uno nunca desearía irse. Solamente se trata de ponerse el snorkel y empezar a empaparse, nunca mejor dicho, de la vida marina multicolor. Y, lo mejor de todo, no hace falta ser Michael Phelps o un experto nadador. Con nuestro chaleco salvavidas y un equipo profesional estaremos flotando en una suerte de nirvana espiritual, rodeados de compañeros de viaje que anteriormente solo habíamos visto en documentales televisivos. ¿Tiene fecha de caducidad ese momento? en absoluto y rotundamente no. Nadie nos dirá que se ha acabado nuestro momento, pues no hay tiempo límite.
Es el snorkel solamente una de las muchas actividades para hacer en Isla Mujeres: nadar con delfines, tirolina, una piscina de ensueño, kayak en aguas turquesas o el temazcal completan una oferta no solamente al alcance de casi todo el mundo, sino también al alcance de muy pocos lugares en el mundo.