A pesar de que desde 1945 se comenzó a trabajar especificamente en la prohibición de la discriminación de genero y que incluso desde muchos años antes comenzo a evolucionar el concepto de igualdad gracias a los movimientos sufragistas, aun en 2021 no se ha conseguido alcanzar una igualdad universal. No se trata de menospreciar el progreso que se ha alcanzado hasta ahora, pues las condiciones actuales en muchos países representan un avance significativo, pero aún no se puede celebrar la victoria cuando para algunas mujeres siguen existiendo obstáculos sociales, culturales y económicos que representan una clara desventaja.
Por un lado la llegada de la pandemia por Covid-19 ha significado un paso atrás en algunos ámbitos ya que, hablado una vez más de porcentaje, las mujeres sufrieron más las consecuencias, las cuales se ven reflejadas en índices de pobreza, pérdidas de empleo, y el aumento en la violencia de género como resultado de tener que convivir más tiempo con sus agresores durante los confinamientos.
Y por el otro lado, dentro del contexto actual, se debe considerar la existencia de la brecha digital como un factor de disparidad, ya que en este fenómeno social, surgido de las limitaciones tanto culturales, físicas, y educativas de algunas personas para acceder a recursos tecnológicos, el mayor porcentaje de los afectados son mujeres.
Pero el mismo avance de la tecnología, siendo utilizada de forma correcta y responsable, puede ser una herramienta de gran utilidad tanto para cerrar la brecha digital como para acrecentar los logros en materia de igualdad y es que el progreso continuará sin dar marcha atrás y es indispensable utilizar ese impulso a favor.
Para la ONU y su filial ONU Mujeres la innovación y la tecnología forman parte de uno de los pilares fundamentales de su programa y es que la consideran como una herramienta que permite la facilitar la innovación y el emprendimiento, acercando a mujeres y niñas al sector empresarial y al comerció digital.
Otro de los principales beneficios lo encontramos en el aumento de la facilidad de acceso a internet, cada vez su cobertura llega a más lugares tanto como por el crecimiento de las redes de fibra óptica como por la presencia de empresas con servicios satelitales, sumando a esto el hecho de que cada vez más personas cuentan con dispositivos inteligentes tenemos como resultado que la información de calidad y las herramientas de empoderamiento se encuentran cada vez más cerca de las personas. Un claro ejemplo fue el de los servicios digitales de ayuda al maltrato que se activaron durante los confinamientos permitiendo denunciar e identificar a maltratadores de forma anónima y sin necesidad de salir de casa.
También es importante considerar que una computadora no sabe discriminar, funciona de igual forma si es operada por un hombre como por una mujer, y considerando el concepto anterior sobre el acercamiento de la información representa una oportunidad para la formación profesional enfocada a herramientas digitales. La gran mayoría de las nuevas empresas requieren de perfiles altamente digitales y se encuentran cada vez más comprometidas con el respeto y la igualdad, lo que representa una forma de romper el techo de cristal y permitir a las mujeres alcanzar mejores puestos.
No hay que olvidar que de forma general, internet no tiene filtros en cuanto a libertad de expresión se trata, lo que nos permite tener acceso a opiniones y puntos de vista diferentes, de esta forma podemos dejar de normalizar la violencia e identificar situaciones que hasta la fecha eran comunes pero no por eso fuesen correctas. Un ejemplo claro es el de los medios audiovisuales y las plataformas de streaming, que cada vez penalizan más conductas que pongan en desventaja a una persona por su género y dan preferencia a contenidos de calidad.
Sin duda aún queda mucho trabajo por hacer pero si aprendemos a utilizar el progreso de una forma responsable, tanto para seguir dando voz y difusión a las personas que lo necesitan como para fortalecer el crecimiento económico político y social del género femenino, podremos avanzar de forma más rápida hacia una igualdad de género universal.
