Conseguir apartamentos en Granada Central es el primer paso a una experiencia transversal en cuanto a intereses y dinámica respecto a una oferta que va desde el ocio más buenrollista a una cultura milenaria y, valga la redundancia, multicultural.
La ciudad nazarí no solamente ofrece al visitante y al habitante una cultura transversal en lo que a legado se refiere, sino que responde por tamaño al modelo que la Unión Europea considera ideal para una buena calidad de vida, y también para economizar tiempo en la visita.
Después de más de dos años de privación de buena parte de la esencia del ser humano, la sensación generalizada es de una eclosión de libertad y recuperación de las sensaciones y placeres previos al mes de marzo de 2020. En ese sentimiento de búsqueda, de regresar a lo de antes, buena parte de las motivaciones son aquellas que invitan a viajar, visitar, conocer, perderse o desconectar de una rutina que habíamos interiorizado con una excesiva peligrosidad. El primer verano sin ataduras legales o geográficas demuestra que tenemos muchas, muchas ganas de turismo, y sobre todo de pasarlo bien.
Uno de los destinos paradigmáticos y que encierra buena parte de las bonanzas del patrimonio patrio es Granada. Y es que la mezcla de civilizaciones, el paso y el peso de la historia hacen de la ciudad andaluza un apasionante mundo en sí mismo.
La ciudad de Los Planetas para los melómanos, del Granada Club de Fútbol para los deportistas, de la cerveza hecha en casa y con rigor para los amantes de la cata y, sobre todo, la de monumentos milenarios e icónicos para todo aquel que se empape lo más mínimo de cultura popular. Pero lo que hace en Granada que todas esas ventanas se abran y estén interconectadas es su tamaño: con poco más de 230.000 habitantes responde al prototipo recomendado por la Unión Europea como ciudad ideal, tanto por calidad de vida como a la hora de ser prácticos y economizar plazos en el diseño de nuestro plan de viaje.
La tradición de mezcla de civilizaciones la mantiene Granada hoy en día a través de los múltiples programas de intercambio estudiantil, especialmente el Erasmus, que siguen provocando esa sensación al pasear por sus calles, cuando recibimos inputs y sensaciones en decenas de idiomas distintos. Destino universitario de referencia europea, Granada ofrece por ello una gastronomía y un ocio que representan todo un reclamo per se.
Todo ello sin olvidar tres patrimonios mundiales que no pueden faltar en ningún álbum de fotos ni en ningún souvenir que a buen seguro nos llevaremos: la Alhambra, el Generalife y la Catedral. Un enunciado que por sí mismo habla de los puestos entre culturales que a lo largo de los años han diseñado lo que aún hoy conocemos como ciudad nazarí.