¿Por qué nunca acabamos aburridos de películas wéstern?

por 21noticias.com

«El bueno, el feo y el malo», una película mítica del Viejo Oeste, tres hombres, cada uno con una característica principal que les define y que sirve para titular la película. La mítica escena del intenso cruce de miradas entre este trío en el que destaca la actuación de Clint Eastwood (rostro clásico en las películas de este género) es uno de los momentos cinematográficos que se han quedado en el recuerdo de los aficionados a las películas wéstern, también conocidas como «películas del Ooeste» o «películas de indios y vaqueros«.

Al principio, cualquier film con acción situada en la parte occidental de los Estados Unidos durante el siglo XIX, entraba a formar parte de este género. Sin embargo, con el tiempo las características que una película tenía que tener para ser considerada un «wéstern» se extendieron a los personajes, a las formas de vida de los mismos, al propio espacio físico, incluso a los rasgos que caracterizaban a unos y otros. Algunos de los elementos habituales en estas películas son los paisajes áridos, las plantas vegetales del desierto, la escacez de vegetación, la convivencia siempre tensa entre los vaqueros (americanos blancos) con los indios (verdaderos nativos americanos), el respeto al héroe y la justicia que cae sobre el enemigo (sobre el villano)… Por supuesto, todas estas películas relatan historias diversas que, si bien tratan temas universales como la libertad, la paz, el hogar, la familia, el amor… lo hacen desde un punto de vista épico, aventurero, en el que la presencia de jinetes a caballo y el uso de las armas se extiende por entre los poblados del Salvaje Oeste americano.

Respecto a sus directores, algunos son auténticos referentes, como John Wayne o John Ford. En cuanto a las bandas sonoras, el cine wéstern nos ha traído sin duda algunas de las mejores músicas de todos los tiempos. Si retomamos el ejemplo con el que hemos iniciado el artículo, Ennio Morricone se nos aparece como un brillante compositor cuyo nombre siempre se asocia a la música de Il buono, il brutto, il cattivo. Otra película con la que también se le asocia es «Los odiosos ocho». Dirigida por Quentin Tarantino, cuya banda sonora le valió a Ennio Morricone su estatuilla del «tío Óscar» en el año 2016.

Tanta popularidad tiene este género dentro de la industria cinematográfica que aún en la actualidad su temática se ha extrapolado a otras áreas, incluida la de los juegos online de casinos, que como Red Redemption, Dead or Alive slot y otros tantos muestran los típicos juegos de tragaperras en línea con personajes y roles propios de los indios y vaqueros americanos.

Dentro del cine wéstern existen varios subgéneros. Quizás, el más conocido sea el «spaghetti wéstern» y el «chorizo wéstern«, ambos dos englobados dentro del «wéstern europeo» y con la única diferencia en la nacionalidad del director: si los directores o la compañía que financiaba el rodaje era italiana, se les llamaba «spaghetti»; si eran españoles, «chorizo». Dentro de este subgénero encontramos «El bueno, el feo y el malo» (entre otras tantas películas producidas entre las décadas de los 60 y los 70, cuando los spaghetti se pusieron de moda. En el caso de la película protagonizada por Eastwood y dirigida por Sergio Leone, hay bastante chorizo (que en el plato combina bien con los spaghettis). Los escenarios que se eligieron en este caso fueron las localidades de Hoyo de Manzanares (a las afueras de Madrid), la provincia de Burgos, La Calahorra (municipio próximo a Granada) y el desierto de Tabernas (Almería).

Muchos de esto sitios sirven hoy como atracción para los turistas. Un ejemplo es Oasys, el parque temático del Desierto de Tabernas, donde se pueden encontrar algunas de las instalaciones que fueron utilizadas en el rodaje de la película «El bueno, el feo y el malo»: la oficina del sheriff, el banco, la funeraria, la oficia de telégrafos, la barbería… Además, también hay un museo de cine y otro de carros y diligencias. Para los amantes de la naturaleza destaca el jardín de cactus. Abierto a todos los públicos, sus instalaciones incluyen un parque indio infantil, mientras que para el público adulto se realizan espectáculos en los que se recrean escenas esenciales del wéstern: arrastran al bueno por el suelo, ahorcan al malo y recreaciones de peleas a puñetazos. El parque temático incluye también una reserva zoolçogica, con caimanes, osos, linces, flamencos enanos, tigres, hipopótamos, jirafas, aves y reptiles diversos. En cuanto a los caballos, pueden alquilarse para pasearse sobre ellos en los mismos poblados, que son Fort Bravo, el cual recrea un pueblo mexicano con bisontes de Arizona y vacas americanas; y Western-Leone, cuyas principales atracciones son los cowboys y el salón-bar.

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