La evolución de las especies es también aplicable al campo de la visión, donde nuestro organismo es capaz de economizar esfuerzos y seleccionar los mismos para alargar su durabilidad, a pesar de los constantes malos tratos a los que se ve sometido por nuestros usos diarios, tanto en el campo laboral como en el ocio
Que la naturaleza es sabia y la evolución de las especies una demostración de ello lo ha demostrado no solamente el ser humano, sino la capacidad de los distintos pobladores del planeta para adaptar su metamorfosis al entorno en el que han desarrollado su actividad. De alguna forma, y aunque nuestra adaptación al medio ha sido seguramente menos radical que la de otras especies, el ser humano también ha mejorado sustancialmente su calidad de vida, hasta rozar la normalidad del centenario. No obstante, uno de los elementos que más sutilmente ha economizado sus esfuerzos ha sido nuestra capacidad de visión.
Así, entendemos como visión funcional una suerte de sistema de regulación de nuestro propio ojo para evitar un desgaste excesivo, derivado de nuestros usos diarios a través de filtros y pantallas de todo tipo.
Resulta innegable e irrefutable el hecho de que una buena calidad de vida es indisociable de una correcta salud visual, aunque la carestía de ésta no sea óbice para todo lo contrario. Un correcto asesoramiento debe poder llevarnos a unos usos mucho más favorables para el disfrute de esa vida extendida casi hacia el centenario. Los usos diarios y los de ocio hacen que nuestra salud visual se resienta cada vez más a menudo.
Para referirnos a este rango de visión intermedia se ha propuesto el término de visión funcional, que se define como el rango de visión intermedia que se utiliza para realizar la mayoría de las tareas cotidianas. Esto abarca todos los objetos que se encuentren a una distancia de entre 45 y 90 centímetros de nuestros ojos.
Para dar respuesta a esta nueva necesidad visual, se han desarrollado múltiples soluciones, tanto en cirugía de cataratas (lentes intraoculares trifocales, lentes EDOF…) como en el campo de la óptica oftálmica (gafas ocupacionales) y el de las lentes de contacto. Es también la cirugía la mejor demostración de esa evolución de las especies.