El creciente uso de los vehículos para todos y cada uno de los ámbitos de nuestro día a día convierte en evidente y proporcional en incremento de probabilidades de accidente; por ello, contratar profesionales especializados en la defensa puede determinar que consigamos la cobertura óptima en caso de tener que litigar
Resulta extremadamente difícil, en pleno siglo XXI, calcular el índice de movimiento de automóviles por día en una sola ciudad. Hemos convertido el vehículo en una especie de compañero imprescindible, en muchos casos una condición sine qua non para conseguir un determinado puesto laboral. Entender las comunicaciones en un gran país, ya solamente pensando en el concepto meramente geográfico de la expresión, se hace mucho más complicado sin un eficiente servicio de carreteras.
Sin embargo, también es igualmente cierto y una cuestión de mera lógica que cuanto mayor es el volumen de utilización más riesgo existe de accidentes, y por lo tanto crece también la imperiosa necesidad de cobertura respecto a los mismos. Los accidentes de auto son rara vez causados por un fallo mecánico exclusivamente, por lo que la responsabilidad viene directamente de un ser humano. Es decir, se antoja fundamental discernir de dónde viene y cuál es la responsabilidad de los hechos.
La experiencia en los mejores grupos de la abogacía ha detectado un hecho altamente preocupante, derivado en muchas ocasiones de la querencia por ahorrar inicialmente en una inversión: algunos conductores o afectados optan por dirigir por sí solos la defensa o la acusación en este tipo de trámites. Aunque pueda aparentemente resultar un beneficio para nuestro bolsillo la realidad es muy diferente: lo barato acaba por salir muy caro. El beneficio principal de contratar a un abogado de accidentes es que el abogado podrá llevar a cabo una investigación independiente de su accidente. Esta investigación ayudará a determinar la causa del accidente. El abogado de accidentes también puede recopilar evidencia importante que apunta a quién es responsable por sus lesiones.
Otra forma en que un abogado puede ayudar a una víctima de un accidente automovilístico es mediante el manejo de todas las comunicaciones con la compañía de seguros del conductor negligente. En estos casos, las aseguradoras a menudo tratan de presionar a las víctimas para que acepten acuerdos que son mucho menores de lo que merecen. Un abogado de accidentes de autos puede negociar un acuerdo justo y completo. Si es necesario, el abogado también puede llevar el caso a juicio.
Todo depende de dónde ponemos en la ecuación lo que creemos que nos merecemos para nosotros mismos y lo que estamos dispuestos a hacer para conseguirlo, por más que la eficacia de ese proceso esté sobradamente demostrada.