Demostrado socialmente que la pandemia cambió nuestros hábitos y rompió innumerables barreras a la hora de señalar dónde podemos y no podemos llegar en el ámbito de reformas de nuestra casa; afortunadamente, la tecnología hace tiempo que ha relativizado esos límites y nos permite afrontar con garantías cada vez más pequeñas y medianas obras desde nuestro nivel usuario
Hace tiempo que conceptos como los anteriormente irónicos o jocosos ‘manitas’, ‘ñapas’ o todo lo relacionada con la persona capaz de convertirse en autosuficiente para acondicionar su hogar dejaron de tener la significación anterior. Se trata de una relación directamente causa-efecto entre la cada vez mayor sencillez, eficacia y cobertura de las herramientas nivel usuario, así como unas prestaciones que nos permiten ahorrarnos buena parte del presupuesto que anteriormente se nos llevaba el más insignificante arreglo en la casa. Por otra parte, aún son notables y notorios los efectos de la pandemia en nuestros hábitos, comportamientos y también gustos a la hora de elegir lo que hacer en nuestro tiempo libre.
Una de las figuras más paradigmáticas de esa renovada capacidad del ciudadano de a pie para convertirse en un sujeto autosuficiente en la gestión de las cosas de casa es la del taladro, y su importantísimo potencial y abanico de oportunidades. Uno de los más famosos son el taladro atornillador a batería en formato XS, un concepto que ya conocemos del textil. Tras el compacto taladro pequeño se esconde un par de giro digno de tener en cuenta, capaz de llegar a los lugares más insospechados. Su construcción extremadamente corta y la equilibrada distribución del peso facilitan los trabajos por encima de la cabeza. Desde el más modesto al más grande de los proyectos. El pequeño XS se atreve con todo. Un paso más allá va el atornillador de pura fuerza dosificada en cuatro velocidades Quadrive, con y sin percusión. Potente, versátil y con cuatro velocidades. Si se hace un símil con el fútbol, el atornillador de impacto TID18 es el lateral incansable y , el mediocentro de larguísima vida, de poco peso, larga vida y sin fatiga.
Un taladro atornillador o un taladro percutor son conceptos que hoy en día hacen todos referencia a capacidades inherentes a todo el catálogo de productos. La principal diferencia es que el taladro percutor suele utilizarse para penetrar materiales más resistentes, como el ladrillo o el cemento. Su potencia no se diferencia demasiada a la de un atornillador, pero no debe utilizarse para colocar tornillos. Se trata de una herramienta complementaria al atornillador, pero éste ha sido diseñado especialmente para esa función
Sea cual sea la opción que más se ajusta a nuestras necesidades, encontrar una herramienta absolutamente completa y que sirva para que un usuario estándar llegue a cualquier rincón de la casa es una realidad.