Las enfermeras reclaman una respuesta conjunta e igualitaria para acabar con las agresiones a sanitarios

por Redacción Nacional

El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha subrayado que el incremento en un 15 por ciento del número de agresiones a las enfermeras en 2022 demuestra que se trata de un grave problema al que aún no se ha dado una respuesta por parte de las administraciones que incida de manera conjunta en la prevención, protección y atención a los profesionales.

Una vez realizado un análisis detallado del último ‘Informe de Agresiones a Profesionales del SNS’ del Ministerio de Sanidad, SATSE concluye que no existe la suficiente y necesaria concienciación y sensibilidad a nivel administrativo, político y social sobre una realidad que empeora con el paso del tiempo.

Por ello, el Sindicato ha presentado a gobiernos y partidos un proyecto de ley estatal que contempla más de 50 medidas concretas para luchar de manera conjunta, coordinada y eficaz contra la violencia física y verbal que sufren todos los profesionales sanitarios.

SATSE subraya que contar con una Ley estatal contra las agresiones evitaría que cada administración o gerencia actúe de manera independiente, y se pueda dar una respuesta igualitaria y uniforme. Así, cualquier profesional, independientemente del lugar donde ejerza su actividad, tendría a su disposición los mismos recursos, atención y apoyo.

Las agresiones afectan especialmente a las enfermeras por su relación más cercana y permanente con los pacientes y sus familiares. SATSE incide en que el hecho de que Enfermería sea una profesión ejercida de manera mayoritaria por mujeres (85 por ciento) es un factor intrínsecamente relacionado con los episodios de violencia.

En el ámbito de la prevención, el Sindicato propone medidas como generalizar los sistemas de videovigilancia durante las 24 horas en los pasillos y en las salas de espera y de admisión, y que haya dispositivos sonoros de alarma en las consultas. También la iluminación debe ser óptima en cualquier estancia del centro.

Otra actuación es incluir en la historia clínica del paciente sus antecedentes como sujeto activo de violencia sanitaria, si es el caso. Entre las de carácter organizativo, plantea reducir los tiempos de espera, garantizar una ratio adecuada y segura de pacientes por enfermera e implantar un sistema de organización debidamente protocolizado para pacientes y familiares.

Delegado de prevención

La organización sindical también apuesta por la creación de la figura del delegado de prevención contra la violencia en el ámbito sanitario, que formaría parte del Comité de Seguridad y Salud del centro. Su función sería vigilar el cumplimiento de las medidas puestas en marcha, así como de demandarlas si no se estuviesen desarrollando de manera adecuada.

SATSE hace un llamamiento a los profesionales para que denuncien cualquier acto de violencia y que éste no quede impune. El Sindicato viene trabajando desde hace tiempo en campañas permanentes de información y sensibilización con el objetivo de que haya una “tolerancia cero” ante las agresiones.

Por último, el Sindicato recalca que el incremento constante del número de episodios violentos, ya sean físicos (empujones, golpes…) o verbales (insultos, amenazas…), es una preocupante señal de alarma que sigue sin ser escuchada de manera conveniente por el Gobierno y las comunidades autónomas.

Foto. depositphotos

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