¿Qué tiene de extraordinaria la ‘merluza de Cillero’ desde 1970?

por Carlos Brea

 /></p><p>Cuando Celeiro se llamaba Cillero, y Viveiro se llamaba Vivero, Rosario Quelle y Manuel “Nito” Balseiro abrieron una modesta casa de comidas caseras para camioneros, viajantes y algún turista, asomada a la playa de Area, Vivero, en 1970; una casa de comidas sencilla, basada en el producto de pesca, cortello y huerta locales, que poco a poco comenzó a ganarse fama por la calidad de la materia prima que manejaba, porque eso sí, Manuel compraba siempre la mejor materia prima en los pequeños puertos costeros de la zona norte de la provincia de Lugo lindante con Asturias.<span id=

Materia prima catalogada como de las mejores del mundo mundial. Esta es una zona de marineros, aquí se cocina con ese estilo, como las caldeiradas que se fogonean a bordo de una baca del Gran Sol o en una Tasca de pescadores. Lo que no es óbice para que por aquí pasaran personajes tales como Rodrigo Rato, Luis de Carlos, presidente del Real Madrid C.F. , autoridades varias, cantantes, actores y nosotros mismos, cinco estupendos comensales que nos queremos, nos reímos, nos disfrutamos y vivimos la vida con cariño, amabilidad y mucha tranquilidad, disfrutando minuto a minuto.

UNA CATEGORÍA SUPERIOR DE MERLUZA
La Merluza del Pincho es pescada en el océano Atlántico y mar Cantábrico, con anzuelo, y tratada a bordo como ninguna y cuidada en todo el proceso hasta llegar a la mesa, para disfrutar de una experiencia única, organoléptica, con toda la frescura y la calidad de un producto inigualable que pescan, una a una, con la flota desde el Puerto de Celeiro.

La merluza pescada con anzuelo es la denominada Merluza del Pincho, y es considerada la mejor merluza que existe debido a que al ser capturada una a una y no recibir ningún golpe en su captura es la que presenta una carne más firme y sabrosa, con las escamas brillantes como la plata y las agallas rojas como el rubí.
Tomamos un refrigerio y unos pinchos de empanada casera en el Hotel EGO colindante con Casa Nito. Éramos cinco comensales y nos presentamos sin reserva. En seguida nos acomodaron.

Las vistas desde el comedor sobre esa bahía y la playa contribuyen a deleitarte más en todo lo que te rodea, aparte de la propia comida. Hay una legión de camareros, una persona en la caja y otra en la sala.
Pedimos la comanda.
-Yo tomaré primero pulpo ‘a la feria’ y después merluza ‘a la gallega’ ¿Será de Celeiro, verdad?
-Hombre, por favor, esa pregunta sobra-, contestó sonriente el camarero.

Las fotos dicen mejor lo que lees, avispado lector. Juzga por ti mismo. Te advierto que este establecimiento no es para todos los bolsillos.
Ahora son unas instalaciones modernas, asépticas de más, sin el ambiente entrañable de la casa de comidas caseras primitiva de Rosario y Manuel, con mandil y mandilón y manteles de plástico hule. Ahora está también su hijo en el ajo, pero con corbata y sin mancharse la camisa con el pimentón de la ajada.
 />Nos sirven, sin pedirlo, de entrante, un pocillo de aceite para mojar pan y una brizna de mantequilla, para untar.<br />
-¿Es esto el producto de una impertinencia de alguna gaviota?-, pregunta sonriente nuestro alegre compi en nuestra mesa de cinco, a la sazón Teniente Coronel médico (R) y actualmente jefe de equipo médico con Médicos sin Fronteras en la vanguardia de la guerra de Ukräiina. Todos reímos el chiste.</p><div id='gallery-3' class='gallery galleryid-27343 gallery-columns-3 gallery-size-full'><figure class='gallery-item'><div class='gallery-icon landscape'>
<a href='https://21noticias.com/2023/08/23/que-tiene-de-extraordinaria-la-merluza-de-cillero-desde-1970/4-3/'><img data-lazyloaded=

Y vino la merluza de Celeiro, los calamares en tinta con arroz, el pulpo, los tocinos de cielo, las natas, tres tipos sabrosos de panes, el Albariño blanco, el tinto de la Ribeira Sacra, tartas, cafés y… excelente todo.
Al final, conozco al padre de dos encantadoras chicas de Vivero con las que coincidí en la ciudad de Marineda. Casualidad muy agradable.

El formato café es idéntico al expreso italiano, pequeñísimo e intensísimo de olor y sabor. Copas y platos grandes, pocillos y jarritas pequeñas.
La terneza y frescor de la merluza del pincho de Celeiro se notan en el paladar.

Visita posterior obligada a la puerta del emperador Carlos I de España y V de Alemania en Vivero, casas decadentes con blasón, edificios grilleras nuevos, paseo por El Barquero, Mañón y visita al semáforo marítimo de Estaca de Bares, con su destacamento del ejército americano y punto geográfico más al Norte de España.
Una delicia de paisaje, con caballos salvajes incluidos.

Viajamos por la costa, visitamos el gran lago artificial que llenó la mina de lignito al aire libre de Puentes de García Rodríguez, una industria contaminado a que les llovía a las islas británicas toda la lluvia ácida perniciosa durante décadas y continuamos hacia Cabañas y tomamos una tónica al sol en la caseta de playa llamada Argentina, con una atención pésima y lenta, sólo compensada por la puesta de sol natural sobre el mar que vio pasar gentes remotas, galaicos, cartagineses, fenicios, romanos, visigodos, Austrias y mil diferentes personajes de nuestra gran Historia. Pioneros de pesca de ballenas, cachalotes, anchoas, sardinas y merluza ahora en Cillero la nueva.
Día mágico y feliz, con espectacular paisaje en la Gañidoira con los caballos y vacas autóctonos en bosques de leyenda.
Espero que esta crónica te haya trasladado experiencias nuevas, estimado lector que sigues mis detallistas humildes crónicas, lo que es mi deseo.
¡Salud, suerte y libertad!

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