Materia prima catalogada como de las mejores del mundo mundial. Esta es una zona de marineros, aquí se cocina con ese estilo, como las caldeiradas que se fogonean a bordo de una baca del Gran Sol o en una Tasca de pescadores. Lo que no es óbice para que por aquí pasaran personajes tales como Rodrigo Rato, Luis de Carlos, presidente del Real Madrid C.F. , autoridades varias, cantantes, actores y nosotros mismos, cinco estupendos comensales que nos queremos, nos reímos, nos disfrutamos y vivimos la vida con cariño, amabilidad y mucha tranquilidad, disfrutando minuto a minuto.
UNA CATEGORÍA SUPERIOR DE MERLUZA
La Merluza del Pincho es pescada en el océano Atlántico y mar Cantábrico, con anzuelo, y tratada a bordo como ninguna y cuidada en todo el proceso hasta llegar a la mesa, para disfrutar de una experiencia única, organoléptica, con toda la frescura y la calidad de un producto inigualable que pescan, una a una, con la flota desde el Puerto de Celeiro.
La merluza pescada con anzuelo es la denominada Merluza del Pincho, y es considerada la mejor merluza que existe debido a que al ser capturada una a una y no recibir ningún golpe en su captura es la que presenta una carne más firme y sabrosa, con las escamas brillantes como la plata y las agallas rojas como el rubí.
Tomamos un refrigerio y unos pinchos de empanada casera en el Hotel EGO colindante con Casa Nito. Éramos cinco comensales y nos presentamos sin reserva. En seguida nos acomodaron.
Las vistas desde el comedor sobre esa bahía y la playa contribuyen a deleitarte más en todo lo que te rodea, aparte de la propia comida. Hay una legión de camareros, una persona en la caja y otra en la sala.
Pedimos la comanda.
-Yo tomaré primero pulpo ‘a la feria’ y después merluza ‘a la gallega’ ¿Será de Celeiro, verdad?
-Hombre, por favor, esa pregunta sobra-, contestó sonriente el camarero.
Las fotos dicen mejor lo que lees, avispado lector. Juzga por ti mismo. Te advierto que este establecimiento no es para todos los bolsillos.
Ahora son unas instalaciones modernas, asépticas de más, sin el ambiente entrañable de la casa de comidas caseras primitiva de Rosario y Manuel, con mandil y mandilón y manteles de plástico hule. Ahora está también su hijo en el ajo, pero con corbata y sin mancharse la camisa con el pimentón de la ajada.