La denuncia contra Hijos de Rivera (Estrella Galicia) y sus directivos ante la CNMC, duerme en el cajón de los «justos»

por Gonzalo Soto

Lugo está en plena ebullición con la celebración de las fiestas de San Froilán, cita obligada para quien durante más de catorce años vivió en la Ciudad del Sacramento. San Froilán y Lucus Augusti, son dos eventos lúdicos-festivos-gastronómicos, para disfrutar de la amabilidad de los lucenses y vivir a tope la alegría y gastronomía de la ciudad, con un espléndido eslogan conocido en todos los lugares del Planeta, “E para comer Lugo”. A fe que es verdad.

En la visita a Lugo para estar con los amigos y disfrutar de la celebración, al salir del obligado festín del pulpo, aunque de Marruecos, está buenísimo, aproveché para tomar un café con José Luis Rodríguez, el empresario de Dislugo SL, que libra la épica batalla de un diminuto David contra dos Goliat (Coca-Cola y Estrella Galicia). Sin rendirse, como explica en su libro “La Trama”.  José Luis, por su forma de luchar, es el símbolo de aquellos valientes romanos que defendieron con determinación su muralla y sus intereses.

La analogía con los romanos es bastante apropiada. Coca-Cola Europacipic Partners (CCEP) ideó un plan ambicioso en España al que llamó «Quo Vadis» con el objetivo de fortalecer su presencia en el sector de la distribución. La estrategia era sencilla pero efectiva: asociar la distribución de Coca-Cola con el principal productor de cerveza en cada comunidad autónoma. En Cataluña, establecieron una alianza con Damm; en Aragón, con Ámbar. Sin embargo, cuando llegaron a Galicia, su socio elegido fue Estrella Galicia, dejando a un lado a sus distribuidores, que estuvieron durante décadas al lado de la famosa marca americana.

Pero una vez más, como reza la canción, tropezaron con la misma piedra. En este caso, la «piedra» son los pequeños distribuidores de bebidas gallegos, pequeñas empresas familiares que abastecen a los bares de las diversas localidades. La historia se repite: la lucha de la pequeña aldea castrexa contra los invasores romanos. Una multinacional con un valor de miles de millones de euros en bolsa, enfrentándose a un grupo de empresas cuya facturación apenas alcanza algunos millones de euros anuales. Una distribución sin unión, de la cual tan solo tres empresas les hizo frente y una de ellas es el propietario de Dislugo, S.l. José Luis Rodríguez Fernández, que entre él y su padre tuvieron la concesión de Coca-Cola a lo largo de cincuenta años.

Jose Luis, denunció el transporte irregular y fraude millonario de los autónomos de Hijos de Rivera y los propios cargadores. Denuncia a Coca-Cola y Estrella Galicia ante la CNMC, escritos a Ministros, directora general de la Guardia Civil, Fiscal General del Estado, grabaciones al más puro estilo Villarejo entre un ejecutivo de Coca-Cola y usted, denuncia ante el General de la Agrupación de la Guardia Civil, políticos, ¿Alguna institución donde no denunció?

He recurrido a quien puede poner orden a esta situación. Dos compañías que ante la complacencia de políticos poniéndose de perfil, conocedores, muchos de ellos de la situación, son incapaces de enfrentarse a grandes compañías…miran hacia otro lado. Una Administración con claros síntomas de dejadez de funciones. Las fuerzas del orden, supongo que será obedeciendo órdenes superiores, según mi parecer, de políticos, de no inspeccionar a los transportistas que cometen las irregularidades que vengo denunciando. Quizás lo más grave, es que la gran mayoría de la prensa “cautiva por la publicidad”, se abstienen de publicar uno de los mayores fraudes económicos de nuestra democracia. Patronales del transporte que, salvo FenadismerApetamcor, sabedores de las irregularidades que cometen, no denuncian y no defienden los derechos de sus asociados.

Supongo que tendrá documentación que acredite lo que denuncia.

Lógicamente, no iba a ser tan inconsciente de escribir y denunciar lo que denuncio si no tuviera los audios, videos y demás documentación.

¿Su historia y tenacidad bien podría guionizarse para hacer una película?

Es una posibilidad que estoy contemplando. Actualmente, estoy en conversaciones con profesionales del sector audiovisual para llevar esta historia a la pantalla en forma de docuserie. Admito que, aunque soy un novato en este campo, los primeros contactos han sido positivos. Lo que más les ha sorprendido hasta ahora es la abundante cantidad de horas de grabación, tanto en audio como en video, que he recopilado a lo largo de esta odisea.

Grabaciones que un juez admitió, por ejemplo, en el juicio de sus trabajadores.

Cierto, las admitió como pruebas y que en su momento ayudaron para que mis trabajadores ganaran el juicio, condenando a Hijos de Rivera. Grabaciones que hice por mi cuenta, pero lo curioso, es que también un ejecutivo de Coca-Cola me grababa a mí por orden de su abogado, creo que el inspector Villarejo a nuestro lado se queda corto…

¿Por qué no hace Crowdfunding para realizar un documental?

Aunque no es mi primera opción, pues no soy mucho de pedir, no descarto la posibilidad de recurrir al crowdfunding si fuera necesario para llevar este proyecto adelante.

¿La Comisión Nacional del Mercado de la Competencia está actuando?

Precisamente la primera denuncia que presente contra Coca-Cola, tardaron cuatro años y doce días en resolver, en parte creo y le doy las gracias a María Fernández, periodista de EL PAÍS que se preocupó por mi situación, la denuncia que presenté contra Hijos de Rivera y sus directivos, no sé nada, de nada y hace un año y cuatro meses, toca esperar y tener paciencia…

21 Noticias se puso en contacto con la CNMC solicitando información sobre esta denuncia y la respuesta, parafraseando a los cronistas deportivos, lanzaron balones fuera.  “Le informamos de que los medios habilitados por la CNMC para la comunicación con inversores son los siguientes”

Hay también una resolución y multa por parte de la CNMC contra la cervecera DAMM por un caso similar en la denuncia de dos distribuidores hace bastantes años, recogida la misma por el diario El Economista.

¿Y partir de ahora, qué?

Hasta el momento, han causado un gran daño y creo que no se puede empeorar la situación. Lograron su objetivo de evitar indemnizarme a través de mentiras y engaños que llevaron al colapso de mi empresa. Mi próximo paso es tomar medidas legales y defenderme en los tribunales para demostrar la veracidad de lo que te estoy compartiendo.

Debe ser agotador enfrentarse desde una lancha de remos a dos trasatlánticos empresariales.

No es fácil, te lo puedo asegurar. Es cuestión de tener calma y mucha paciencia, esperar los plazos y sobre todo, estar bien mentalmente, que tampoco es fácil, he visto compañeros que lo han pasado muy mal y yo de momento lo llevo lo mejor que puedo.

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