Más frágil que un castillo de naipes. ¡El mundo se está desmoronando! Por Miguel Abreu

por Miguel Abreu

La humanidad parece cansada de sí misma, ha olvidado la esencia que le da vida. El siglo XXI estará probablemente marcado por el reingreso a un estado de barbarie y la consiguiente desaparición de algunas civilizaciones, para que después de un nuevo período de profunda y dolorosa oscuridad, todo vuelva al principio. Es como un reset. Es la historia que se repite.

Todo parece estar alineado, y nadie parece estar consciente o verdaderamente preocupado por la vida humana: autodestrucción llevada a cabo por seres humanos, y la naturaleza que parece estar gritando para que el Hombre despierte de la estupidez, la hipocresía y el individualismo en el que ha caído. Es urgente levantar la cabeza, observar atentamente lo que sucede a nuestro alrededor y tomar decisiones concretas. El alejamiento de los hechos es un mito, porque el acontecimiento es hoy y también aquí. ¡Es urgente cuidar de la humanidad, que es muy frágil!

La entrada estaba en silencio, pero empieza a retumbar. La humanidad tiene en de sí, entre otras características que la distinguen de los animales, el deseo de bien, la inteligencia y la trascendencia. Sin embargo, también reúne culturas de los modos de vida de cada uno de los pueblos que comparten la corresponsabilidad del cuidado del mundo y de la vida humana. Así, somos iguales en esencia, pero diferentes en la forma de vida. Ésta es la belleza de la vida. A pesar de la diversidad, hay espacio para que elijamos y vivamos universalmente por un bien mayor: la vida humana. ¿Cuál es/son el significado, propósito y beneficios de la guerra?

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