¿Qué sucede en la base del CD Lugo?

por Gonzalo Soto

El presidente del CD Lugo SAD, Tino Saqués es un empresario de reconocido prestigio, sin embargo, en la empresa futbolística, es un todólogo, pero no es un líder que sepa manejar situaciones, le gusta la música de los fichajes y tiene la mala costumbre de «preñar» por la oreja, luego el conmilitón de turno enciende la mecha y el «Polvorín» explota por los aires, sin medir consecuencias. La chapuza en el club lucense se premia como acierto y el espionaje como sagacidad.

El despido de Roberto Trashorras la pasada temporada por orden directa de Tino Saqués y repescado hace unos días, el esperpento por parte del accionista mayoritario de la Sociedad Anónima Deportiva, como mínimo, es sorprendente. El entrenador Trashorras, con buenos criterios futbolísticos, como se ha visto al equipo la temporada pasada, como el anuncio del turrón, regresó en Navidad. ¿Los movimientos de Sánchez iban en esta dirección? El chalaneo deportivo con la base es casi el denominador común en los Clubs mediocres, que con argucias «roban» jugadores a los equipos más modestos. RC Deportivo y RC Celta se llevaron varios jugadores de la cantera del CD Lugo, situación que he comentado y denunciado en varios artículos de opinión.

Lean el último párrafo. Con pluma afilada, la despedida de Roberto Fernández es clarificadora de la situación que ha vivido dentro del Club.

El CD Lugo cortó relaciones con varios representantes, los cuales no eran partidarios de los movimientos de Diego Sánchez. Roberto Fernández notaba dificultades en su trabajo, pero no lo que había por detrás. Los minutos distribuidos, quién sabe si por desajustes internos o bien por imposiciones acordadas por los agentes, fueron otro de los problemas.  Los discursos oscurantistas a la espalda son habituales. Obligó Diego a Roberto a cortar relaciones con varios clubes de la categoría para intercambiar informes de los equipos. Desde dentro del cuerpo técnico del filial, hay personas de club y otras que hicieron de topos de Diego Sánchez, para dificultar el trabajo de Roberto Fernández. Había gato encerrado.  ¿Cuál era el objetivo inicial? ¿Cuánto tardó en ejecutarse el «problema»?  

Munitis y David Peláez, con claras diferencias, especialmente el segundo con Sánchez, veían y vieron situaciones impropias de compañeros de trabajo, con el mismo objetivo, que no es otro, que formar jugadores para que lleguen al primer equipo. El camino era ir tapando redes con el objetivo de que todo fuera en el camino marcado por Diego Sánchez. ¿Qué dirá Tino? Si abre la boca para hablar, se pondrán nerviosos y las peleas serán, como fueron hace dos siglos, en Sierra Morena.

Si lo que escribo no se ajusta a la verdad, el derecho a réplica tendrá siempre cabida en 21 Noticias.

Silencio, se rueda. Esta película, por repetitiva, no deja de sorprender. Seguimos……

FOTO CD Lugo

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