Suele ser habitual cuando se cambia a un entrenador para que sea revulsivo, que se gane el partido, sobre todo, cuando el equipo juega en su estadio contando con el amparo de los aficionados. En esta ocasión, el Celta Fortuna fue una apisonadora, que pudo haber dejado en el Ángel Carro, un buen saco de goles.
No comenzó con buen pie Paulo Alves, habrá que esperar a esa trituradora de entrenadores, que es Tino Saqués para comprobar cuanto aguanta el nuevo inquilino en el banquillo. Habrá que darle tiempo para que su estilo de juego vaya calando en los jugadores. Hoy ha sido un partido decepcionante.