El buque TOCONAO no estaba en la zona de Viana do Castelo cuando las Autoridades le advirtieron de que había productos plásticos en la costa gallega, con posibilidades de ser de su procedencia debido a la pérdida de sus contenedores en su día, dado que en plena navegación ante la pérdida de sus contenedores se limitó a dar los datos por NAVTEX del accidente y prosiguió su viaje.
Se conoció su «zona de paso» por Viana do Castelo en esas fechas, pero nadie puede afirmar con exactitud el punto exacto de caída al mar de los contenedores y mucho menos el lugar exacto donde se han hundido (cada uno de esos 6 al flotar en el agua se hunden de acuerdo a lo que transportan en su interior y algunos permanecen a la deriva varios días o aparecen varados en un lugar alejado de donde aconteció el accidente). Tampoco nadie hizo seguimiento alguno del conjunto de sacos que semisumergidos se dirigían al Norte y los satélites europeos si no se centran en la zona tampoco podrían detectar nada.
MCC Lisboa por radio emitiría los perceptivos AVISOS A LA NAVEGACIÓN y de seguridad sin más y no hay razón alguna para que Portugal o España implementen ningún Plan de Contingencias por Contaminación Marítima(ni Nacional ni Autonómico).
De los contenedores hundidos, uno se abrió y envió al exterior un conjunto determinado de sacos que se van a desplazar inmersos en la contracorriente de la Costa de Portugal hacia el Norte en una única partida y los demás permanecen dentro del contenedor en el fondo del mar (mientras los sacos no se degraden, permanecerán en aquel lugar). El conjunto completo, en su deriva hacia el Norte, chocó contra las zonas
rocosas en Ribeira, se abrieron los sacos y el contenido se dispersa por la zona. Los repuntes de marea hacen que los pellets dispersos entren en la Ría de Muros-Noya e invadan diversas playas. Por lo tanto, la «alarma social» generada por la aparición de pellets (incluso por el Cantábrico, mientras no confirmen fehacientemente que son del mismo cargamento del buque TOCONAO no debió de tratarse como de
una contaminación marítima generalizada).
Es muy difícil e improbable la contaminación en el Cantábrico, dado que en los repuntes de las mareas, se quedarán todos en las playas gallegas al ser una cantidad «poco relevante» e inferior a 15 o 20 Tons.
Esa «oleada de pellets» se observan en Ribeira(advertido el buque, fuese por Tráfico Marítimo de Lisboa o Finisterre) lo lógico sería que lo haga Finisterre al conocer que habían invadido la costa y obligó al Armador a nombrar un abogado en Vigo para contabilizar los daños, nombran técnicos especializados para verificar la procedencia del producto y hacerse cargo de las indemnizaciones pertinentes).
Es evidente, que al conjunto de sacos en su deriva, nadie los detectó hasta su llegada a tierra y es imposible que existan otros sacos saliendo del contenedor dañado al equilibrarse las presiones y los portones del contenedor hacen creer que más de la mitad del cargamento sigue dentro del contenedor. Si los sacos están fabricados para mantenerse sin degradar, mínimo 3 meses, es impensable que se encuentren pellets antes del mes de marzo (caso de que se produzcan roturas de sacos dentro del contenedor hundido y esa invasión tiene pocas posibilidades de acercarse a Galicia porque el comportamiento de las «bolitas de plástico» evacuadas en su deriva (dependiendo de las fechas podrían ir hacia el Sur), no van a hacerlo en un bloque, como aconteció con los sacos detectados en su día en Ribeira.
Nos parece muy bien la «alarma» generada en el mundo de la pesca, pero son conocedores, de que el seguro del buque corre con los gastos (una vez justificados). Lo demás se parece más a una «comedia» de los políticos, a la caza de votos indiscriminada.
De nada sirve utilizar aviones, helicópteros, buques o sistemas satelitarios de momento nada podrán encontrar en las aguas de Viana do Castelo a Galicia y más al Norte, mucho menos. Hemos anotado manifestaciones en alguno de nuestros artículos de unos y otros o sus intervenciones «playeras» con sus manos limpias que dan más apariencia de una «tomadora de pelo» publicitaria para despistar al votante.
No sorprende en absoluto la postura cómoda del Presidente Rueda, negándolo todo y sus frases lo delatan. Veamos: «Tenemos 450 personas en las playas contratadas por la Xunta». ¿No está el Armador dispuesto a pagar los daños? «Tardamos un mes en enterarnos porque no nos avisaron» «Indignación por la imagen falsa y demagógica que se está dando de los productos pesqueros de Galicia».
Conocedores todos ante la publicidad dada por los abogados de la Aseguradora del buque el 20 de diciembre, no solamente SASEMAR y las Capitanías Marítimas, sino que los distintos departamentos y grupos de la Xunta, Protección Civil, 112. Vigilancia Costera …etc…hace impensable que el Presidente de la Xunta, no lo sepa.
Los medios informativos emiten vistosos reportajes e incluso suben a un helicóptero o embarcación de vigilancia y el piloto de turno informa que no advierte nada en la mar al ser imposible detectar las bolitas
plásticas y hay que acometer en la costa las acciones pertinentes para neutralizar a los pellets. Es evidente que los sacos ya no existen en aquella derrota y nada podrán detectar. SE ACABARON LOS PELLETS . EN
ALTA MAR YA NO ESTÁN.
Muy razonable lo publicitado por todos, pero no hay duda que algo va mal y se nota: ¿Cómo no acompañaron a los peritos del armador expertos de la Xunta y hacen una evaluación conjunta de lo que hay para cuantificar los daños y presupuestar gastos necesarios para resolver el caso? ¿Qué modo de actuar es el que vemos, dónde algunos «van a su aire» a limpiar las playas y otros van coordinados con la Xunta e
incluso se publicita que el Armador contrata personal directamente para limpieza de playas? ¿Qué modo de actuar es el del Delegado del Gobierno informando que tiene personal disponible a la espera de que se lo pidan?.
Hay demasiadas preguntas que podríamos hacernos, que nadie contestará. Lo que queda en el ambiente es la certeza absoluta de que estos temas deben de ser gestionados de otro modo diferente, por personal competente y alejar de los mismos a los políticos tentados siempre (para desacreditar al rival)a tomar parte en acciones para las que no sirven ni están capacitados.