¿Machete, bayoneta, o cuchillo parrillero que no corta? Elija Vd, estimado lector…

por Carlos Brea

Escritor y Cronista gastronómico

Ya me dejé los complejos atrás, en la juventud. Por eso, cuando voy a una parrillada, churrasquería, horno, o asador, me llevo mi propio cuchillo, que corta mejor la carne y huesos que todo lo que hay por el mundo adelante de fuego y brasa y carnes.
Porque un cuchillo que no corta muy bien destroza un buen chuletón. Porque si tienes que serrar, o aserrar, un filete ya te lo has cargado.
Los cuchillos japoneses tienen fama de ser los mejores del mundo, precisamente por su corte fino, limpio y perfecto, como si de un bisturí de cocina se tratara; por ello, la calidad de sus cortes, tanto de pescado como de carnes son perfectos y resultan exquisitos los bocados, inapelablemente sabrosos, porque ¿qué sería de nosotros si no hubiera un cuchillo jamonero para cortar finas lonchas de un jamón ibérico, o qué sería de nosotros si no existiera un cuchillo perfectamente afilado para cortar lo que ahora llaman el jamón del mar o sea el atún rojo. Pues eso.
Hoy comí en un polígono industrial y me quedé sorprendido, porque a la hora del chantar había más de cien personas sentadas, una decena esperando puesto, pero nosotros llegamos y tuvimos la suerte de que nos colaron y nos sirvieron un perfecto Kitch de jamón y queso… ahora os cuento, y no sé por qué les debimos de caer bien, nos colaron y nos sentamos para degustar el menú del día, que consta siempre de seis primeros platos, seis segundos platos, etc, que nos fueron relatando de viva voz al tomar la comanda, y de los cuales escogimos:

Kitch, ensaladilla nacional (no rusa ni del Este), lentejas estofadas,

pollo al horno ¡que era un hornazo delicioso debido a que no es lo mismo un pollo simple que un pollo metido en cazuela dentro de un horno de leña!

y los postres estupendos, arroz con leche, orejas de carnaval con anís y canela, y a modo de cafetera gaucha una buena ración de café de pota bendecido con gotas,

que nos dejaron sobre la mesa, a gogó, o sea, para servirse a tutiplén, ¡y eso todo dentro del menú del día!… habría que gritarle UN HURRA a este estupendo y bien atendido restaurante, asador, parrillada, hotel y demás.

Pullus coctus cum pane stomachum replet et dat vigorem et vires ad pugnam cum vino vel cerevisia.

La gallina al horno junto con el pan llena el estómago y da energía y fuerzas para la batalla junto con el vino o la cerveza.

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