El cisne negro de Ayuso. Por Germán Gorraiz

por Germán Gorraiz López

Analista

El ADN de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, contendría la triple enzima trumpista (autocracia, instauración del paraíso neoliberal y retorno al «pensamiento único heteropatriarcal») y cuyo objetivo sería la instauración de un sistema autocrático, forma de gobierno ejercida por una sola persona tras fagocitar a los votantes de Vox y lograr la anhelada mayoría absoluta.

Ayuso sería, pues, la heredera natural del legado trumpista y tras la mayoría absoluta lograda por ella en las elecciones anticipadas del 2021, seguirá apostando por el «panem et circenses» en detrimento de los servicios públicos a la espera de realizar su sueño confeso: ser Presidenta del Gobierno central.

Díaz Ayuso, con la ayuda inestimable de su asesor, Miguel Ángel Rodríguez, habría conseguido suplir las deficiencias en su gestión pública, así como el desconocimiento de su programa electoral por parte de los electores con el impacto mediático de sus intervenciones públicas.

Igualmente, Ayuso sería una «rara avis» que consigue desarbolar cualquier estrategia opositora que sea mínimamente racional y desde su atalaya de la Puerta del Sol se habría convertido en el azote de Sánchez. Otro rasgo de la personalidad de Ayuso sería el histrionismo que le impele a llamar la atención pública y ser temerario en sus afirmaciones sin importarle la opinión de los demás debido a su evidente falta de moralidad así como la tentación de perjudicar la vida de los demás (léase los menús infantiles de Telepizza).

El paraíso económico neoliberal de Ayuso

El llamado «milagro económico del paraíso neoliberal madrileño», se basaría en las tradicionales recetas neoliberales de supresión o drástica reducción de impuestos para atraer a incontables empresas nacionales y extranjeras así como al 40% del talento joven del resto de España, (un 65% de los cuales tendría titulación universitaria). El objetivo confeso sería convertir a la Comunidad madrileña en una «aspiradora de talentos y fortunas» que terminen convirtiendo a Madrid en «el paraíso económico neoliberal de Europa» y al resto del Estado español en el «patio trasero madrileño».

Sin embargo, las recetas neoliberales en el plano económico tendrían como efectos colaterales el incremento desmesurado del trabajo precario, la progresiva pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, el incremento galopante de la economía sumergida y el verse obligados en muchos casos a vivir hacinados en inmundas viviendas. Así, la escasez de oferta de vivienda y la escalada brutal del precio de los alquileres condenarán al 50 % de las familias demandantes de nueva vivienda a vivir fuera del área metropolitana, en otros pueblos de la Comunidad o en provincias limítrofes.

El cisne negro de Ayuso

El término cisne negro designa a un «acontecimiento inesperado e impredecible que produce consecuencias a gran escala y que es explicable solamente a posteriori». En el caso de Ayuso, ese cisne negro habría adoptado la forma de denuncia de la fiscalía a su pareja por fraude fiscal y falsedad documental y dado que sufre la enfermedad del Poder, ello podría socavar su estabilidad emocional y provocar su dimisión. 

Así, Ayuso estaría aquejada del virus político conocido como «sindrome de hybris», o enfermedad del poder , citado por el médico y político inglés David Owen en su obra The Hybris Syndrome: Busch, Blair ant the Intoxication of Power. Dicho término procede de la palabra griega «hybris» y significa «desmesura»y los que sufren dicho síndrome tienden a la transgresión de las normas generales admitidas. 

Sin embargo, el tener un ego enfermo de hybris conlleva un castigo o némesis que puede desembocar en una crisis personal en la que el enfermo corrige su conducta y adquiere el conocimiento de la otredad, por lo que la crisis personal de Ayuso le liberará de la enfermedad del poder y le permitirá al fin conocer la otredad. Así, los idus de Marzo podrían socavar la prepotencia de Ayuso y conseguir lo que no logró su nefasta gestión de la pandemia del COVID que se tradujo en un reguero interminable de fallecidos en residencias tras ser vetado su acceso a los hospitales, ni la actual saturación de las listas de espera en la sanidad pública ni la conversión de los centros educativos públicos en guetos de inmigrantes ni la escalada brutal del precio de los alquileres

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