Se trata quizás del rey de la gastronomía española y el que genera más admiración entre ciudadanos de todo el mundo, que lo añoran una vez abandonan nuestro territorio
En los tiempos de las marcas reconocibles globalmente, y en un mundo en el que los mensajes se reducen a la mínima expresión posible, ser capaces de generar marca, concepto y reclamo es una maniobra a la vez complicada y sencilla. Especialmente nombrada en los últimos años se ha vuelto la llamada ‘Marca España’, una serie de productos, asociaciones mentales, conceptos y sabores con los que dan una imaginaria vuelta a nuestra geografía. Se trata de que los que vienen sepan de antemano lo que van a echar de menos cuando se hayan ido. Y en ese sentido, si preguntásemos uno por uno a los millones de visitantes que cada año arriban a nuestro país, qué es lo que se llevarían o exportarían se pudieran, seguramente en la respuesta de muchos estaría el jamón pata negra. Se trata de una de las más elaboradas y selectas variantes del que quizás sea nuestro producto estrella a nivel mundial, ese que causa furor y admiración a partes iguales.
Funciona también a la inversa y existe un sentimiento incluso de vinculación entre la españolidad y la celebración de uno de nuestros productos patrios por excelencia: no es extraño ver entre aquellos que residen fuera de las fronteras del territorio español cómo, cuando les preguntan acerca de qué es lo que más echan de menos, en una altísima mayoría apuntan a los diferentes tipos de jamón como adalid de la morriña.
Jamones Lazo es una de esas marcas que con sólo decir su nombre viene a la cabeza la calidad, prestigio, mimo y tradición. Pero lo mejor de todo es la posibilidad de recibirlos en cualquier lugar de Europa de manera gratuita y con todo tipo de garantías. Elegir entre jamón ibérico o paleta es la única duda que debe preocupar a los clientes que deciden recibir el jamón y uno de los productos referencia de España en cualquier lugar de Europa.
Además de sin duda su reconocido sabor y aroma, el jamón 100% ibérico tiene diversas propiedades que lo convierten en un alimento único cuando lo comparamos con otros que solemos consumir en su compañía, como por ejemplo los embutidos.
A sus altos aportes en proteínas, hierro, minerales y vitaminas del grupo B, al consumo de jamón ibérico de bellota hay sumarle los beneficios para combatir y bajar el colesterol, minimizar el ácido úrico o reducir la ansiedad y el estrés. Además por supuesto de ser un alimento curado, en el que no existe ningún tipo de alteración ni procesamiento más allá del paso del tiempo en su curación y un exquisito cuidado que tiene un objetivo final claro, conseguir un producto de primera categoría.
Una serie de bondades que no se escapan más allá de nuestras fronteras, siendo motivos más suficientes para que cada vez más extranjeros se conviertan en asiduos a la hora de comprar y consumir el tan preciado jamón ibérico.
Gracias a la venta online y a portales como Gastronomic Spain es posible minimizar el efecto de la distancia y acercar los productos más representativos de nuestra gastronomía más allá de las fronteras españolas. Más de 1.500 productos de España, de primeras calidades y con la reputación de quien ha sido capaz de llevarlos a todas las esquinas con una eficiencia y una profesionalidad que le convierten en referente en su sector.