Sr. Escotet. ¿De verdad que aquí comienza otra historia?

por Gonzalo Soto

Ayer ha sido el gran día del deportivismo con el ascenso del RC Deportivo de La Coruña al fútbol profesional. Hoy debería ser la culminación de la gran fiesta en la plaza que lleva el nombre de la heroína coruñesa, María Pita, ya que, por eso de que el fútbol moderno es una empresa, no hemos podio ir al punto de referencia de las celebraciones de las glorias deportivistas, la fuente de Cuatro Caminos.

Quizás, porque desde hace años peino canas, he visto y pasado por casi todo, muy pocas cosas llaman mi atención. Cuando está por medio el sentimiento deportivista, me detengo a reflexionar para averiguar porque el propietario del RC Deportivo hace una de las carajadas, que más pueden herir un sentimiento. Habrá recibido miles de felicitaciones, muchas de ellas de medios que beben en sus fuentes de la publicidad, muy pocos se atreven a cantarle las verdades por miedo a quedar en pelotas, menos mal, que aún hay periodistas de raza en esta ciudad ,que nadie les va a apagar su voz ni esgallar su pluma.

No sé ni me importan las guerras que pueda tener Abanca y el Concello, salvo cuando quieren sustraer la felicidad de una celebración y aprecio que la cartera está por medio, entonces es cuando me jode que se utilice el momento de vino y rosas para presionar a quienes fueron elegidos en libertad y obtener ventajas de una situación emocional, pero no utilice nuestro sentimiento, ni somos casinos, en el que la banca nunca pierde, ni soldados de una guerra, que nada tiene que ver con nosotros. Como en todo conflicto, no hay ni culpables ni inocentes al cien por cien, eso los sabemos todos, aunque jugar con emociones tiene un riesgo elevado.

Se ha equivocado Juan Carlos Escotet, nadie puede sustraer a miles de personas una celebración esperada durante cuatro años. Si le han enseñado las imágenes del Paseo Marítimo, las más de 90.000 personas que ocupaban los aledaños del estadio de Riazor, estaban porque el Real Club Deportivo de La Coruña es un sentimiento. Sí, un sentimiento que no cobra comisiones, pagan para disfrutar de los valores del fútbol.

Rectificar es de sabios, Sr. Escotet, de marcha atrás y no nos sustraiga de una celebración que llevamos años esperando, piense que en fútbol, lo que hoy es fiesta, mañana pueden ser lloros. En la historia del deportivismo, si no rectifica, quedará como la persona que sustrajo la fiesta de la celebración de un ansiado ascenso a miles de deportivistas, y esa mancha, ni los palanganeros mayores del reino, la podrán blanquear por mucho que escriban o digan.

Juan Carlos Escotet, rectifique, será un valor añadido a la fiesta que está por celebrarse.

Foto RRSS

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