José Luis Calo, Coordinador UCIN Galicia, considera a Galicia como un lugar seguro, pero es crucial apoyar las demandas que los diferentes cuerpos transmiten.
Es el momento de abandonar la “propaganda y la publicidad” y que decreten los refuerzos que nuestra comunidad autónoma precisa.
Si alguien cree que dos policías locales de paisano, como sucede en la capital de Galicia, van a ser capaces de controlar a toda la multitud que está en la plaza del Obradoiro o en la zona monumental, es que sabe muy poco de seguridad. Es evidente que los representantes políticos actuales, no están a la altura para cubrir las demandas de nuestros miembros de las Fuerzas y Seguridad del Estado.
Otro punto importante es la falta alarmante de efectivos en los pequeños municipios rurales ya que muchos dependen exclusivamente de las comandancias de la Guardia Civil, cuyos recursos son limitados para abarcar un territorio extenso y diverso. Esta situación representa un déficit de unos 500 agentes, lo que dificulta garantizar la seguridad ciudadana en la comunidad para este cuerpo policial que tiene a su cargo la vigilancia del 95% del territorio gallego.
UCIN Galicia alerta del gran fracaso de gestión de la Xunta de Galicia con la Unidad de Policía Adscrita de Galicia (UPA) conocida como policía autonómica que asumió nuevas competencias, entre ellas la inspección e investigación de incendios forestales, marisqueo ilegal, furtivismo, protección del medio ambiente, urbanismo o la vigilancia del Camino de Santiago y que no llegó nunca a cubrir sus efectivos al 100% fijado en 500 plazas. En estos momentos son 351 los efectivos, lo que supone un 30% menos. La seguridad en Galicia es fundamental para el bienestar de sus habitantes y visitantes. Es necesario un aumento significativo de efectivos policiales tanto en zonas urbanas como rurales para poder garantizar un entorno seguro en todo el territorio gallego.