Como la gran mayoría de nosotros, vi por televisión el acto inaugural de los Juegos Olímpicos parisinos de 2024. ¡Oh Paris!
Me gustó que nos plagiaran la idea de la «Neguri’s Cup» (La Gabarra) con sus barcazas por el Sena. Algo que no crean que se acaba de inventar y menos, por mucho que se lo atribuya, que haya salido del imaginario del Igor San Román de turno. Lo cierto es que lo inventó Cecil Gerrikabietia cuando estaba en la directiva del Athletic Club presidida por Pedro Aurtenetxe. Así las cosas, ese paseo fluvial ya estaba inventado. Otros espectáculos del programa no me gustaron tanto. Cuando caricaturicen a Napoleón, a Mahoma (para eso no hay pelotas), a De Gaulle, a Juana de Arco, a Roldán, o a Edit Piaff, o cuando lo hagan contra los toreros españoles que, cada vez menos, van a hacer el matarife por las cuatro plazas de torturas que subsisten en Francia, estaré de acuerdo que se rían de otros símbolos. Lo demás es fácil de transgredir y, ya que el Sena pasa por París, intentar aparentar ofrecer una imagen de progres. O todos o ninguno. Y si no que me llamen a mi, que les daré ideas.
También me gustó ver a las Marías Antonietas en los balcones y ventanas sin cabeza, pero cantando mientras sonaba una banda de heavy metal y sosteniendo ellas sus propias cabezas mientras aparecía la palabra Libertad. Estuvo muy bien y, aún mejor, viendo la cara de pavor de las hijas de Felipe Borbón pese a que «El Preparao» cambiase de tema intentando buscar la mirada cómplice de «Letizia con Zeta», ya saben… la kutxis de Ignacio del Burgo.
Es lo que pasa: Te cortan la cabeza y dicen, ”muerto el perro, se acabó la rabia” o “muerta María Antonieta, se acabó la monarquía” y resulta que se inauguran los Juegos Olímpicos y María Antonieta resucita y canta. Me da ánimos.
Andoni Ortuzar, Itxaso Atutxa y Miren Sacristán me cortaron la cabeza porque andaba dando saltitos de queja y todo rebotado el peor alcalde que hemos tenido en la Villa de Bilbao desde la vuelta de la democracia en 1977. Y todo porque lloriqueaba porque le llamaba en público y en las Asambleas e EAJ/PNV «Macacocito». Y, sinceramente, sigo preguntándome qué coño se le puede llamar a un macacocito más que macacocito. Pero es igual. Yo, con la cabeza en mis manos sigo cantando e incordiándoles. La historia siempre vuelve o se repite, pero, como no saben nada de historia, pasan estas cosas. El hecho «monárquico» que Mireia Zarate sea presidenta de la Fundación Sabino Arana lo dice todo.
Y yo, tengo la mala costumbre de decir lo que pienso. De tal forma, si digo que me gustó lo de María Antonieta, también digo que no me gustó nada la entrevista-masaje que le hizo Alberto Surio a Aitor Esteban el domingo, 28 de julio, en el medio escrito, hermano putativo de El Correo Español: El Diario Vasco. Una entrevista de las llamadas de alfombra que le permitió al del Tractor repetir vaciedades, tópicos y banalidades permitidas por un Surio que no le insistió en nada, y ¡mira si tenía temas! Empezando por el título de la entrevista:”VOX es un elefante en la habitación que impide entendernos con el PP”.
¿Alguien cree esa machada? ¡Si VOX en Euskadi no existe! Por menos de eso y por publicar una reflexión parecida, le negaron a quien fuera Diputado General de Bizkaia, José Alberto Pradera, escribir en Deia. Y lo sé bien, pues fui el único accionista de ese Medio que estuvo en la Asamblea anual (o Junta Ordinaria de Accionistas) de la Editorial Iparraguirre el pasado me dé junio. El único. Parecía una película de Berlanga. Todo el Consejo de Administración en la mesa presidencial y yo solito venía a ser «el resto» del accionariado no delegado. En la mesa también se encontraba la directora enchufada, Marta Martín, que lógicamente ni me aguantaba la mirada. Normal en una directora de imposición que a duras penas sabe redactar, pero, lo más preocupante, es de las que ni utilizan el corrector si alguien no se lo ordena. Un auténtico cero a la izquierda promocionado por Sabin Etxea que tuvo como primera orden la de fulminarme. Con la excusa de que le había llamado «estiércol con patas» a la fascista y ultraderechista Macarena Olona. ¿Alguien se puede creer eso? Evidentemente no, pero es lo que tiene no dar la cara y decir: «Mira Iñigo, eres el Blog más leído en Deia, no cobras, muchas gracias, pero me ha dicho Unai Larrea que le ha dicho Itxaso Atutxa que tú no puedes seguir por aquí». Pero no fue así. Una llamada seca, borde y en un tono despectivo. Lo que ocurre es que cuando no hay pelotas no hay pelotas, y, como en el caso de este omaso agradecido, cuando no hay ovarios, pues tampoco los hay. Cobardía de manual. Abertzalismo cero en estado puro. ¡Anda este portento como para negociar con el sindicato-partido ELA!
Tomando un café ya sin la directorita «que tenía mucho trabajo», les dije a los rectores del Medio que abriesen la publicación a las gentes del Partido Nacionalista Vasco que lo crearon, que escriban y digan lo que quieran, ya que, de seguir así no van a tener ni esquelas. Pero, insisto, parece que la actual directora del Titanic no debe tener las luces suficientes para darse cuenta (posiblemente, ni lo sepa) que ese periódico no se creó para agradar a la Nomenklatura como lo hace ahora de manera servil, sino para servir al nacionalismo. Y a eso se sirve contando la verdad y no batallas edulcoradas sobre lo bien que lo hace Itxaso Atutxa, Leixuri Arrizabalaga, Aitor Esteban, o lo bien que ensaya el aurresku el -aún- alcalde Aburto.
Volviendo a la entrevista en El Diario Vasco, la otra afirmación de Esteban digna de réplica (y que Surio debería haber descubierto) es cuando el marido de Itxaso Atutxa, la misma que dijo que los reglamentos del PNV son del siglo pasado, afirmó enfáticamente eso de que»»Tenemos estructuras que revisar, la sociedad vasca ha cambiado mucho, nuestros Estatutos datan de 1933, el sistema de funcionamiento tiene muchas virtudes y es muy capilar, pero necesita ajustes, hay que renovar, abrirse a nuevas generaciones, hacerlo de modo paulatino”. ¡Bravo Esteban Bravo!
Y Surio, curioso cuanto menos, más callado que una puerta sin bisagras ni picaporte.
Yo le hubiera repreguntado alguna cosita como estas: ¿Eso del cambio paulatino le atañe también a usted, que lleva 24 años chupando de la piragua y puesto ahí por el dedo amoroso de su señora esposa, o para ese cambio paulatino requiere otros veinte años más?
¿Por eso de la capilaridad podemos intuir que se refiere a la tomadura de pelo de la “escucha activa” del Gurú de Ataun, Sr. Barandiaran, o van ustedes de verdad a crear un sistema de escucha, incluso de las cosas que no les gusta escuchar?
Dice usted que la sociedad vasca ha cambiado mucho, pero, ¿Van a cambiar ustedes y se van a ir a su casa para dejar entrar savia nueva no contaminada?
¿Por qué insiste en la misma tontería de su señora esposa diciendo que los Estatutos son del siglo pasado (como usted), y que son de 1933 cuando fueron reformados en las Asambleas de Iruñea de 1977, en la de Zestoa de en 1987, además de sucesivas Asambleas Generales? ¿Lo dice usted adrede o porque, como Mireia Zarate, no sabe nada de la historia de su Partido y han llegado a la simple conclusión de que pueden decir lo primero que se les ocurra sabiendo que su club de fans se lo va a aplaudir y que Alberto Surio se lo va a publicar?
Son estas «preguntitas» que yo haría para que la entrevista no se le cayera de las manos al personal, a la dócil infantería, al Sr. Surio, y hasta a cualquier lector al que engañan con ventas de corbatas con lamparones de este estilo.
Sr. Esteban. Sea generoso. Deje que le corten la cabeza mientras el Sr. Ortuzar se hace o se deja de hacer el harakiri. Hágame caso: Al final, la cabeza siempre rebrota. Como la de María Antonieta… O como la mía, que, aún cortada, sigue pensando lo mismo: No existe y ni ha nacido la persona que me vaya a expulsar de EAJ-PNV por un motivo injustificado. No he sido cargo interno ni público para beneficiarme de ello. No he robado, ni prevaricado, ni me he apropiado de nada. No he enchufado a nadie. No he perjudicado a la sigla histórica, ni vivo o he vivido de ella. Simplemente, he ejercido mi legítimo derecho a la libre expresión, por lo que, en cuestión de semanas, me van a volver a ver por esos pagos con mis derechos plenamente restablecidos. Comprendo que no les guste, es más, que les repatee, pero se me han quedado en el tintero un par de «cositas por hacer». Y las haré en cuanto tenga ocasión… O sea, a la primera de cambio.
Y así es la vida: Unos joden, otros miran y, también, las y los hay que, simplemente, lo intentan. No es mi caso.