La UNESCO subraya su gran preocupación ante el impacto creciente de los conflictos en la educación, así como frente a todos los tipos de ataque que impiden a los estudiantes el acceso a sus centros educativos: desde las leyes retrógradas que prohíben a las niñas asistir a la escuela hasta las consecuencias del cambio climático
Según un estudio de la Coalición mundial para la protección de la educación contra los ataques, de la cual la UNESCO es miembro, en 2022-2023 se registraron 6000 ataques contra los estudiantes, profesionales y establecimientos educativos de todo el mundo, es decir, una media de 8 al día. De estos ataques, 1000 fueron casos de utilización militar de dichos establecimientos. Esto representa un aumento de un 20 % con respecto a los dos años anteriores. Se estima que más de 10 000 estudiantes y docentes fueron víctima de estos ataques.
Aunque dichos ataques contra la educación conciernen todas las regiones del mundo, son más frecuentes en los países que actualmente sufren conflictos armados, encabezados por Myanmar, Cercano Oriente (especialmente Gaza), la República Democrática del Congo, Sudán, Ucrania y Yemen.
Como organismo de las Naciones Unidas responsable de la educación, la UNESCO recuerda a todos los agentes implicados en dichos conflictos la necesidad de cumplir la resolución 2601 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Asimismo, la Organización invita a todos los Estados a poner en práctica las recomendaciones de la Declaración sobre la Seguridad en las Escuelas, cuyo objetivo consiste en evitar este tipo de ataques.
La UNESCO se esfuerza por brindar un apoyo psicosocial para preservar la salud mental de los estudiantes y docentes que se enfrentan a fenómenos violentos, especialmente en Palestina, Sudán y Ucrania.
Con el fin de garantizar la continuidad del aprendizaje cuando un establecimiento escolar cierra sus puertas por razones de seguridad, la Organización también proporciona soluciones alternativas de aprendizaje como la educación a distancia. En particular, ofrece formación en pedagogía digital a los docentes y facilita la producción y difusión de contenidos educativos a través de los medios de comunicación.
Por último, la Organización colabora con sus asociados para mejorar la recogida de datos en relación con los ataques a la educación, con el fin de facilitar la prevención sistemática.