¿Nueva Crisis de los Misiles en Cuba? Por Germán Gorraiz

por Germán Gorraiz López

Analista

El cese del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, exigido por trigésima primera vez en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas y aprobado de forma abrumadora por 187 votos a favor, 2 en contra (EE.UU. e Israel) y la abstención de Ucrania reafirma la libertad de comercio y navegación ante un bloqueo anacrónico instaurado por Kennedy en 1.962. Además, la renovación automática por parte de EEUU por un año más del embargo comercial a la isla atentaría contra el vigente sistema financiero y político internacional y podrían suponer para Cuba pérdidas estimadas en cerca de 7.000 millones de $.

La utopía sería la normalización de las relaciones entre Cuba y EEUU, destino final de un recorrido jalonado por lo necesario (finiquito del Bloqueo energético) y lo posible ( suspensión del anacrónico Bloqueo) hasta llegar a lo que parecía imposiblemente (normalización de las relaciones entre Cuba y EEUU). Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, extendió un año más la Ley de Comercio con el Enemigo, regulación de 1917 bajo la cual se impuso el bloqueo a Cuba, con lo que queda demostrada la miopía geopolítica de la Administración Biden ya que podría generar un vacío en el Caribe de resultados imprevisibles en plena Guerra Fría 2.0 entre EEUU y Rusia.

En consecuencia, dado que Estados Unidos mantiene intacto el anacrónico bloqueo sobre la Isla, es inevitable que surja en la Habana el desapego afectivo respecto a EEUU, vacío que será aprovechado por el hábil estratega geopolítico Putin para firmar un nuevo tratado de colaboración militar ruso-cubana (rememorando el Pacto Secreto firmado en 1.960 en Moscú entre Raúl Castro y Jruschov).

El primer hito fue el despliegue en Cuba de un complejo móvil para la recepción de datos de satélites rusos, no siendo descartable la creación de una base de Radares en la abandonada base militar de Lourdes para escuchar cómodamente los susurros de Washington. Asimismo, tras el visto bueno de EEUU para que Ucrania pueda atacar territorio ruso utilizando los misiles ATACMS estadounidenses, Rusia podría responder con el despliegue en Cuba de misiles Iskander M dotados de ojivas polivalentes así como misiles antiaéreos S-400, pudiendo revivirse la Crisis de los Misiles Kennedy

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