Según cifras y estudios cuantitativos recientes, España ha experimentado un gran auge en intervenciones quirúrgico-estéticas en la última década, con un incremento superior al 201% respecto a fechas anteriores. Esta cifra refleja el interés cada vez mayor de la sociedad por la imagen personal.
Una de las cirugías más demandadas es la mamoplastia, una intervención que en la actualidad casi no deja cicatrices. “En nuestra clínica utilizamos la técnica AMI (Aumento Mínimamente Invasivo), que reduce considerablemente el tamaño de la cicatriz. Además, contamos con láser fotona para ayudar a los tejidos a cicatrizar mejor”, explica el Dr. Yvan Pacheco desde su clínica, especialista en aumento de pecho en Las Palmas.
Además de ser un destino turístico de primer nivel, las Islas Canarias ofrecen una ventaja única para las clínicas estéticas: la posibilidad de atender tanto a pacientes locales como a aquellos que aprovechan sus vacaciones para realizarse una intervención.
«El hecho de que nuestros pacientes vengan no solo de las islas, sino también desde países como Suiza, Gran Bretaña, Alemania o, incluso, Mauritania, demuestra la calidad de nuestros cirujanos y el reconocimiento internacional que hemos logrado», explican desde la clínica.»Superar las 3000 intervenciones en un entorno tan exclusivo es un reto que habla de nuestra experiencia y de la satisfacción de nuestras pacientes.”
Este flujo constante de pacientes demuestra la confianza que tienen muchas mujeres en estas clínicas. Además de sus procedimientos técnicamente impecables, en estas clínicas también se adapta cada cirugía a las preferencias y características individuales de cada paciente.
Entre las tallas más solicitadas por estas pacientes se encuentran aquellas que van desde la 95B hasta la 100B, alineándose con el tipo de pecho que suele ser más común en España, en contraste con las copas C y D, que predominan en otros países europeos. Sin embargo, más allá de las tallas, lo realmente importante es que cada paciente se sienta cómoda con su decisión.
“El primer contacto es esencial para conocer las expectativas de cada persona y orientar la intervención hacia un resultado con el que se sientan a gusto. Es fundamental trabajar no solo en lo físico, sino también en el aspecto psicológico, para ayudar a las pacientes a superar inseguridades y darles ese impulso para sentirse bien consigo mismas”, concluyen desde la clínica.