Destacan la baja ocupación global de diciembre, poniendo el foco en el escaso atractivo de la decoración navideña y la falta de una oferta cultural ambiciosa como merece Compostela
Los hoteles que forman parte de la Unión Hotelera Compostela prevén una ocupación del 75% para este puente de diciembre, que este año no será tal en Galicia y se verá reducido a sólo 3 jornadas, del 6 al 8, al caer en domingo el segundo festivo, el del día 8, Festividad de la Inmaculada Concepción. Unas cifras que nada tienen que ver con la media global del mes, que sólo rondará el 40%, lo que tal y como afirma José Antonio Liñares, portavoz de la asociación, «desde luego no es un buen dato, porque significa que dará pérdidas».
Y además, desde la asociación, cuyos hoteles registraron un 66% en noviembre, añaden que «será un 75% con tarifas medias bajas, por debajo de nuestros destinos competidores».
Sucede en uno de los meses con más fiestas y celebraciones del año, lo que debería provocar una mayor afluencia de turismo, tal y como sucede en otras localidades. Por ello, desde la asociación achacan estas malas cifras al «escaso atractivo de la decoración navideña y la falta de una oferta cultural ambiciosa como merece Compostela, que no invita a venir», algo que dicen, «ya sucedió durante el pasado Apóstol, en pleno julio, que es un mes vacacional de temporada alta».
En este sentido, recuerdan que «la Navidad es una festividad cristina y creemos que en Compostela, que es una de las ciudades Santas del Cristianismo y Capital de Galicia, no tiene el nivel que merece. De hecho, la Catedral y las fachadas de todas las iglesias casi en penumbra».
REGISTRO. Por otra parte, y con respecto al nuevo registro documental impuesto por el Gobierno para los alojamientos, desde Unión Hotelera critican la puesta en marcha de una medida que está provocando que «un proceso que antes se hacía en sólo unos minutos ahora se alargue considerablemente, con todo lo que eso conlleva para el establecimiento y el personal», además del «malestar que está generando entre los huéspedes la petición de ciertos datos y el tiempo que se ralentiza el check in».
El cuestionario que exige el Ministerio del Interior triplica el número de datos personales que se pedía al turista hasta la fecha, incluyendo ahora hasta 42 casillas en las que hay que rellenar nombre y apellidos, sexo, DNI, tipo de documento, nacionalidad, fecha de nacimiento, teléfono, correo electrónico, datos del inmueble, número de habitaciones o conexión a internet, así como precisar el medio de pago e identificar la transacción si se abona mediante tarjeta de crédito, transferencia bancaria o plataforma digital de pago. Incluso el número de viajeros o la relación de parentesco entre los viajeros (si alguno de ellos es menor de edad). Pero también hay que formular otras preguntas como si se acude por tema laboral, datos del servicio contratado o si va acompañado.
Todo ello para subir a la plataforma digital Ses.Hospedajes, en forma y plazo correspondiente, ya que de no ser así, pueden ser sancionados, con infracciones leves que pueden llegar a los 600 euros por comunicar fuera de plazo o de forma deficiente, y hasta 30.000 por carencia de registros documentales.
Una información, se lamentan, que están obligados a almacenar con seguridad durante tres años y protegerlos de un posible robo de piratas informáticos, y que es susceptible de ser catalogada como «confidencial» generando grandes dudas sobre su amparo por el Reglamento General de Protección de Datos de la UE.
«Es una queja, no sólo de los hoteles asociados», explican, «sino generalizada en el sector» y señalan que «es algo que no sucede en ningún país de Europa. En ninguno se obliga a los alojamientos a pedir este tipo de información; además creemos que no nos corresponde a nosotros», insistiendo en que el trámite perjudica a los hoteles, especialmente a los más pequeños, con menos personal disponible para llevarlo a cabo.