¿Cómo afecta el uso de pantallas? De la sequedad ocular a la ansiedad

por Redacción Nacional

Tres horas y cuarto. Ese es el tiempo que se estima que pasa de media cada español delante de las pantallas de sus dispositivos electrónicos, ya sean tablets o móviles, al cabo del día. Una cifra a la que, en la mayoría de los casos, hay que sumar horas de jornada laboral frente a un ordenador.

Aunque mucha parte se asume ya con normalidad, lo cierto es que hay que pararse a pensar las consecuencias de tanta irradiación, entre las que se encuentran algunas que van desde la sequedad ocular hasta la baja autoestima a nivel psicológico.

3 Consecuencias del abuso de pantallas

Sequedad ocular

Uno de los primeros síntomas es la sequedad ocular producida por menos parpadeo al estar atentos a lo que aparece en las pantallas. Eso reduce la lubricación natural de los ojos y acaba provocando irritación, visión borrosa y fatiga ocular. “Se recomienda seguir la regla 20-6-20: cada 20 minutos de uso de pantalla, mirar un objeto que esté a 6 metros de distancia durante 20 segundos. A eso, se puede añadir una hidratación adicional que beneficie la lubricación” explican desde Farmacia Bartual.

Ansiedad y baja de autoestima

En este caso, la ansiedad suele venir relacionado con las redes sociales. La sobreestimulación que generan las notificaciones, la necesidad de estar permanentemente conectado y con todo contestado o reaccionado y el acceso a información constante, puede llevar a una sobrecarga cognitiva. Además, la intensificación de la comparación propia con cuentas de belleza o lifestyle puede acabar generando una sensación de frustración. Esto se acentúa con el uso prolongado, ya que la distorsión de la realidad alimentando la percepción de que no se es lo suficientemente exitoso o atractivo como otros.

Insomnio

El uso de pantallas antes de dormir es uno de los mayores enemigos de un descanso reparador, dicho por los expertos. “La luz azul emitida por estos dispositivos interfiere con la producción de melatonina, la hormona que regula los ciclos de sueño y vigilia. Esto puede dificultar conciliar el sueño y afectar la calidad del descanso, lo que en última instancia genera insomnio” comentan. La recomendación pasa por apagar las pantallas al menos 1-2 horas antes de ir a dormir cambiando el hábito por el de leer un libro o practicar técnicas de meditación.

Entre las principales recomendaciones para conseguir desconectar y mejorar el bienestar fuera de las pantallas está el compromiso propio de reducción de su uso estableciendo límites de tiempo para las acciones que son de ocio. El entretenimiento digital no debería superar las 2 horas que, añadidas a las 8 horas laborales en las que la mayoría del tiempo se usan ordenadores, ya estaría bien.

Hay una moda en curso que tiene muchos beneficios: el détox digital que viene a ser aprovechar días libres o fines de semana para dejar de lado las pantallas y su dependencia y volver a conectar con una realidad mucho más física.

Es clave también realizar pausas regulares cada cierto tiempo para reducir la fatiga mental y física.

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