El amplísimo mercado de ocasión en establecimientos se diferencia de la venta a particulares en la cobertura mecánica, al menos durante un año, frente a cualquier contratiempo
Casi un siglo y medio después de nacer como concepto se han convertido en un elemento tan imprescindible que resulta difícil imaginar un mundo sin ellos. Los coches, ese bien que se puede mirar tanto desde una óptica pragmática (el que te lleva donde quieres) o desde la sentimental (la proyección de mis sueños y mi compañero inseparable), viven un proceso de constante reinvención, pero a veces esa querencia por ser tan rápidos nos lleva a darle la alternativa a máquinas con un perfecto mecanismo de funcionamiento. Y es ahí donde en la cadena de la vida surge la oportunidad para otra persona. Se trata de la definición simplificada del mercado de ocasión.
Y es que rotos buena parte de los tabúes pretéritos acerca de los pros y contras, lo cierto es que adquirir un vehículo en un concesionario de segunda mano se ha convertido en una experiencia donde abre todo un mundo de posibilidades, pero sobre todo es desde hace mucho tiempo un sinónimo de garantía. Y es que por ahí pasa quizás la principal reivindicación del sector frente a una transacción entre particulares: el sentirnos protegidos al menos durante un año, en la mayoría de los casos más, frente a potenciales contratiempos por parte de nuestro nuevo compañero de vida.
Prácticamente ninguna marca, modelo, tipo de vehículo o segmento de mercado escapa de ese circuito de la ocasión en el que caben todas las alternativas, desde los modernos y actuales SUV hasta los clásicos. Más allá de eso, pueden encontrarse opciones de prácticamente un coche sin uso o con número ínfimo de kilómetros hasta aquellas alternativas que sobrepasan los 150.000 o 200.000 kilómetros, la mayoría de ellas con motorizaciones de contrastada fiabilidad y durabilidad.
Sea cual sea la necesidad de cada bolsillo, no obstante, la compra en concesionario de segunda mano lleva implícito que, desde el momento en el que el vehículo se encuentra exposición, ha pasado por un minucioso proceso de inspección y cualquier elemento defectuoso ha sido cambiado por una pieza original, dando de este modo una garantía totalmente fiable al coche.
También es posible encontrar en los concesionarios de segunda mano la opción de una financiación a medida que facilite los pagos para un compañero de viaje que, sobre todo, tiene la potencialidad de acompañarnos durante muchos años.