Jenni Hermoso dice al juez que el beso de Rubiales fue “inesperado” y “no consentido”

por Redacción Nacional

La jugadora de la selección española de fútbol Jennifer Hermoso ratificó este martes ante el juez la versión que ya dio a la Fiscalía sobre el beso que le propinó el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales en la celebración de la victoria en el Mundial de Australia. La deportista aseguró que el beso fue “inesperado y en ningún momento consentido”.

Según fuentes presentes en la declaración, durante más de dos horas de comparecencia, Hermoso hizo referencia al momento en que se produjo el beso y también a la situación vivida tanto en el vuelo de vuelta a España como en su estancia en Ibiza.

Relató que Rubiales y el resto de responsables de la RFEF investigados en esta causa la sometieron a un “atosigamiento constante” que “alteró» su «vida normal”, produciéndole una situación de “desasosiego y tristeza”.

La comparecencia de la jugadora, fijada a las 10.00 horas, se produjo horas después de que protagonizara la retransmisión de las campanadas de fin de año en Televisión Española, en la que deseo que 2024 traiga “muchos títulos e igualdad”.

El titular del Juzgado Central de Instrucción Número 1, Francisco de Jorge, la había citado inicialmente para el 28 de noviembre, pero la defensa de Rubiales solicitó el aplazamiento por coincidir la comparecencia con otro proceso judicial. La jugadora llegó antes de las 10.00 horas a la sede de la Audiencia Nacional acompañada de sus abogados y saludando a la prensa presente.

En esta causa, Rubiales está siendo investigado por un presunto delito de agresión sexual por haber dado un beso no consentido a la jugadora y por otro de coacciones, por las posteriores presiones que supuestamente ejerció sobre la propia Hermoso y sobre miembros de su familia y amigos, con el objetivo de que respaldara su versión exculpatoria.

Al finalizar su declaración, Hermoso abandonó la sede de la Audiencia Nacional acompañada de sus abogados y deseó a los periodistas feliz año y dio las gracias por el apoyo recibido durante este tiempo. Aseguró sentirse “fuerte” y se mostró confiada ahora que “todo queda en manos de la justicia”.

Hermoso respondió a todas las partes y, según fuentes presentes, sus respuestas fueron coherentes en todo momento. En sus respuestas ratificó la versión que dio a la fiscal Marta Durantez en su declaración, reafirmando que en todo momento sintió un profundo “desagrado” por la situación, aunque fue el paso del tiempo lo que le permitió darse cuenta “de la gravedad de los hechos”.

La jugadora, fichada por el equipo mexicano Tigres, aseguró ante el juez que las presiones para exculpar a Rubiales comenzaron desde el mismo momento en que ocurrieron los hechos y se prolongaron durante el vuelo de vuelta a España desde Australia y durante los días de descanso que disfrutó la selección en Ibiza.

Esas presiones corrieron a cargo del entonces seleccionador nacional, Jorge Vilda, y de los también investigados Albert Luque, director de la selección, y de Rubén Rivera, responsable de Marketing de la RFEF. Y se extendieron a varias personas de su entorno, lo que le produjo “desasosiego y tristeza”.

ANTE LA FISCALÍA

Hermoso es la última en declarar en una causa en la que se investiga a Rubiales por presuntos delitos de agresión sexual y coacciones. La jugadora ya declaró ante la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durantez, antes de que se incoasen diligencias. A ella le dijo que no se sintió respetada. “Me estaban sometiendo a algo que yo en ningún momento busqué ni hice nada para encontrarme con esa situación”, dijo entonces.

“Lo primero que le digo al abrazarle fue ‘la que hemos liado’. Él pega un salto sobre mí, yo me mantengo firme para sostenernos. A la que baja me dijo que ‘este Mundial lo hemos ganado gracias a ti’. Lo siguiente que recuerdo son sus manos en mi cabeza y no recuerdo haber escuchado nada más”, explicó.

Y añadió: “En ningún momento fue consentido. Me sentí no respetada, no se me respetó ni como jugadora ni como persona. Yo estaba viviendo algo histórico y pensé que algo así iba a acarrear consecuencias. Yo no hice nada para encontrarme con esa situación”.

Tras la celebración y todavía en el estadio la directora de Fútbol Femenino, Ana Álvarez, habla con ella, también lo hace la responsable de prensa Patricia Pérez. El revuelo por el beso ya empezaba a tener repercusión y la RFEF prepara un comunicado descargando de responsabilidad a Rubiales. Pérez la hace bajar del autobús que traslada a la selección y se lo muestra. Le acaba pidiendo su aprobación y la jugadora le responde que hagan lo que quieran, ante la imposibilidad de oponerse a su publicación.

DECLARACIÓN DE RUBIALES

Rubiales, en su declaración ante el juez, aseguró que el beso no fue más que “una muestra de afecto” que surgió de manera “natural” ante “millones de ojos” y “con consentimiento”. Insistió en que le preguntó “antes”, por lo que concluyó: “¿Cómo no le voy a respetar?”. Además, relató ante el juez que después del beso, Hermoso “se fue muerta de risa” y dándole “dos cachetes en el costado”.

Jenni Hermoso confirmó que Rubiales fue a buscarla al vestuario, todavía en Sídney, y después también la abordó en Doha, donde el equipo hizo escala antes de llegar a Madrid desde Australia para pedirle que saliera con él en un vídeo explicativo. Además, ratificó presiones por parte del entorno y trabajadores de la federación, que intentaron convencerla para que saliera en defensa del presidente, que finalmente fue suspendido por la FIFA y dimitió tres semanas después.

«TIENES QUE AYUDARME»

Según la declaración de la deportista ante la fiscal, las presiones de Rubiales se sucedieron en el vuelo de vuelta a España, donde Rubiales le pidió que saliera en un vídeo exculpatorio para él. “Tienes que ayudarme, y hacerlo por mis dos hijas que están ahí llorando en el avión” le dijo el expresidente de la RFEF. “Él me estaba pidiendo que le ayudara a solucionar un acto que él provocó. Yo no sentía que tuviera que ayudar a nadie”.

A partir de ese momento, ya no la volvieron a presionar, pero entonces otros responsables de la RFEF se dirigieron a sus familiares y amigos. El ya exseleccionador Jorge Vilda habló con el hermano de Hermoso, con su prima y con el novio de ésta: “A mi hermano le dejaron caer que si yo le ayudaba, me iría bien”. Tanto Vilda como el director de la selección masculina, Albert Luque, están imputados en la causa.

La futbolista Laia Codina, que declaró como testigo, dijo al juez que el beso no fue consentido y respaldó la versión dada por su compañera de selección. Corroboró que existieron presiones tras la polémica para que la futbolista respaldara la versión que en un primer momento dio la RFEF en su comunicado de prensa.

Por su parte, el director del Comité Nacional del Fútbol Femenino, Rafael del Amo, negó ante el juez instructor que se produjeran presiones a la futbolista. Sin embargo, admitió que durante los días posteriores a la victoria en el Mundial de Australia hubo conversaciones con ella para tratar de llegar a un acuerdo sobre la versión que daría la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) sobre el beso.

(SERVIMEDIA)

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