Muchos las han sufrido y cada vez más huyen de sus entidades hacia alternativas que les permitan mantener una cuenta que no les genere gastos por el mero hecho de serlo; los productos online de bancos como BBVA o Santander han ayudado a satisfacer esa necesidad
Existen palabras condenadas por el rechazo social, que nacen y viven en una suerte de infierno popular. Para llegar a ese punto, deben ser capaces de conseguir un ‘quorum’ o acuerdo generalizado. Es decir, poner de acuerdo a segmentos muy diferentes sobre un concepto, algo que ni los grandes oradores ni los mejores políticos logran en la mayoría de sus intentos. Pero si algo es un apestado, conceptualmente hablando, son las comisiones.
El término comisiones resuena con especial virulencia en multitud de proceso penales y causas judiciales de diversa índole, siempre asociadas a mala praxis. Pero sobre todo las comisiones son esa especie de ‘tío del mazo’ del ciclismo, que cuando hacemos la goma y parecemos no llegar a fin de mes o a fin de año no asesta el golpe definitivo. Se trata de las comisiones bancarias.
¿Qué son exactamente? Según la biblia de las explicaciones contemporáneas, la wikipedia, son «las cantidades de dinero, fijas o porcentuales, que cobra el banco o entidad financiera al cliente por la prestación de diferentes servicios: realización de transacciones, emisión de documentos, contratos, saldos negativos así como de mantenimiento, entre otras». Dentro de las mismas, las que más duelen son las de mantenimiento. Ello es, pagar por tener nuestro dinero en una cuenta en determinado banco.
El BBVA tiene una de las soluciones más sencillas: convertirnos en nuestro propio banco, nuestros gestores desde el sofá. La cuenta online sin comisiones bbva no solamente elimina ese concepto casi diabólico de pago por servicios, sino que además no cobra por casi nada. A diferencia de muchos productos similares en forma por parte de otras entidades, además, no requiere de la domiciliación de una nómina, ni siquiera de un mínimo de ingresos. Y es que los más de cien euros que se van al limbo en otros bancos normalmente le duelen, precisamente, a quienes no tienen una nómina con la que hacer frente a ese gasto.
Otro de los grandes de la banca española, el Santander, también permite la contratación de una cuenta santander sin comisiones igualmente online, se ajusta al concepto de ‘sin comisiones y sin condiciones’, salvo la de captar nuevos clientes. Su contratación lleva asociada la Tarjeta de Débito Santander One, también sin comisión de emisión y mantenimiento. La entidad ofrece, además, hasta dos cuentas por titular.
Así, lo que tradicionalmente era un matrimonio casi de por vida con una determinada entidad bancaria se ha convertido en una creciente competencia por atraer clientes insatisfechos, que encuentran amparo en los brazos de la creciente oferta del sector. Y en eso, al contrario que la mayoría de casos, somos nosotros los grandes beneficiados. A pesar de las comisiones.