Las traducciones juradas, cada vez más demandadas

por 21noticias.com

Las barreras idiomáticas han superado a las ya inexistentes geográficas; es por ello que el más sencillo trámite burocrático por ocio o negocios suele requerir del volcado de la información al lenguaje del lugar de destino, y ello requiere la intervención de un profesional cualificado para su oficialización

Los límites geográficos en el mundo 2.0 se han visto limitados a conceptos más ideológicos que reales, algo por otra parte inevitable en un mundo interconectado y dependiente como vasos comunicantes hasta el más recóndito detalle. Son otras las barreras que, por desgracia, establecen en ocasiones fronteras. Una de ellas, la idiomática o lingüística, tiene que ver con precisamente la incapacidad de comunicarse, en una sociedad que requiere un flujo de comunicación cada vez mayor. La educación plurilingüe, la capacidad para consumir ocio en su versión original o la cada vez más asequible opción de viajar low cost mitigan en parte un hándicap generacional relacionado con el manejo de los idiomas. Pero no todo empieza con el castellano y terminar con el inglés. La burocracia de negocios o simplemente turística nos exige en ocasiones el volcado a lenguas en las que una búsqueda rápida en internet, más que ayudarnos, no puede meter en un callejón sin salida. Está documentado, incluso, que en ocasiones es posible meter la pata hasta el fondo.

Para no sentirnos como Bill Murray en la celebrada y referencial ‘Lost in Translation’ es posible la realización de traducciones juradas o lo que es lo mismo, la traducción de cualquier tipo de documento, realizada por un traductor reconocido por un organismo oficial y llamado, por esta razón, traductor oficial, traductor jurado o perito traductor. Se trata de conceptos que en muchas ocasiones podemos percibir como lejanos a nuestras necesidades, hasta que realmente nos encontramos inexorablemente con la necesidad de uno: la posibilidad de realizar estudios en el extranjero conlleva la obligación de presentar un expediente académico, la de matrimonio en un país de habla diferente los documentos de identidad y registro correspondientes, o la de permiso de trabajo con informes médicos habilitados.

Las traducciones juradas baratas son aquellas traducciones de documentos escritos en una lengua extranjera y que se realizan para que tenga algún efecto legal ante un determinado organismo oficial. Las traducciones juradas han de llevar siempre el sello y la firma del traductor-intérprete jurado y, además, en la última página de la misma debe constar una certificación que acredite su carácter de traducción jurada. Es muy habitual requerir este tipo de servicios para la traducción del expediente académico, de certificados de notas, del título universitario del DNI o pasaporte o incluso de certificados como el certificado de penales. No obstante, hay ámbitos como el empresarial en el que también se suelen requerir traducciones juradas de cartas de recomendación, de facturas, del certificado de asistencia a un curso o del certificado de empadronamiento.

De la misma forma que la sociedad ha rebasado esos límites geográficos pretéritos, el mundo de los negocios hace tiempo que ha superado el concepto de fronteras. Por ello, la traducción factura se antoja imprescindible para aquellos negocios que exportan productos o servicios a otros países, así como a los profesionales autónomos con relaciones con empresas cuya sede fiscal se encuentra en otros países. La traducción de la factura facilita el entendimiento con nuestros clientes o proveedores y genera confianza, clave en el mundo de la empresa.

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