Para la mayoría de los escritores experimentados las plumas estilográficas son buenas para el uso diario. Esto puede hacerse extensible a cualquier persona con un poco de práctica, siempre y cuando se utilice una adecuada a nuestras necesidades. Las plumas escriben de forma más ergonómica y son más duraderas y versátiles que otros métodos de escritura. Sin embargo, necesitamos tomar continuamente notas rápidas, las plumas estilográficas no son la mejor opción.
Hay algunos aspectos a considerar sobre el uso de la pluma estilográfica y, en algunas situaciones, es posible que sea preferible seguir utilizando un bolígrafo, pero para otros casos, nada mejor que una pluma, y vamos a profundizar en este aspecto.
Por qué una pluma estilográfica es ideal para el uso diario
Las plumas estilográficas pueden ser, para la mayoría de las personas y en la mayoría de las situaciones, la mejor herramienta de escritura para el día a día, especialmente para quienes tienen un trabajo de oficina. Las principales razones por las que son mejores que los bolígrafos y los lápices son simples. Son más agradables a la hora de manipular y escribir.
A la mayoría de las personas a las que no les gustan las plumas estilográficas han tenido algún tipo de mala experiencia con ellas en algún momento y esa es la única razón de su rechazo. Probablemente no emplearon el tipo de pluma adecuado, o ésta no funcionó correctamente. La pluma estaba seca, saltaba, o era difícil de arrancar. O tenía alguna fuga. Todos estos son problemas que pueden aparecer en las plumas estilográficas, pero con un poco de práctica, pueden evitarse fácilmente.
Al principio, la principal recomendación que debemos seguir a la hora de comprar una pluma es averiguar qué estilográfica nos irá mejor para el uso que requerimos. Una vez descubres el tipo de pluma que te va a servir, las plumas son la mejor herramienta para la mayoría de las situaciones.
Cuando es mejor evitar utilizar una pluma estilográfica
Hay trabajos para los no están pensadas. Por ejemplo, los repartidores de paquetes, los supervisores de almacén, los vendedores a domicilio, etc. Si necesitamos ir tomando notas en una hoja rápidamente mientras estamos en movimiento, sin duda lo más cómodo será un bolígrafo.
Supongamos que te gusta dejar el bolígrafo sin tapa durante todo el día. Por ejemplo, tomas notas a lo largo del día, pero no de forma continua. Un bolígrafo o un lápiz podrían ser mejores. Las plumas estilográficas tienden a secarse cuando están sin capuchón, sobre todo los modelos tradicionales.
Sin embargo, hay soluciones para estas situaciones si realmente queremos utilizar una pluma estilográfica. Para evitar que la pluma se seque, podemos optar por un modelo de pluma sin capuchón.
Si queremos tener que estar manteniendo regularmente el buen estado de una pluma (basta con limpiarla una vez al mes) o no necesitamos un artilugio que haya que recargar cada cierto tiempo, será mejor olvidarse de ellas.
Por supuesto, también tienen ventajas importantes
A diferencia de los bolígrafos, las plumas estilográficas no requieren presión para escribir: escriben por su propio peso. También suelen tener una sección de agarre más amplia que los bolígrafos, lo que reduce la tensión y la fatiga de la mano. Una buena pluma estilográfica es una pluma húmeda, lo que significa que deposita mucha más tinta en el papel que un bolígrafo. La tinta de las plumas estilográficas es líquida, a diferencia de la tinta de los bolígrafos, que es más bien una pasta.
Además, la mayoría de los bolígrafos son plásticos de usar y tirar, lo cual no resulta muy eficiente ecológicamente hablando. Sin embargo, en las plumas podemos recargar e introducir los cartuchos sin ningún esfuerzo. Y si utilizamos un convertidor, ni siquiera tendremos que cambiar los cartuchos de plástico, únicamente habrá que aspirar la tinta directamente del frasco.
Hay muchas tintas disponibles para plumas estilográficas, y la mayoría de ellas son mucho mejores que la tinta de los bolígrafos. Es posible emplear todos los colores o tintas que queramos. Hay tintas hiper resistentes, para fines de archivo, y otras con un brillo característico. Y la mayoría de ellas, son de bajo coste.