La comunidad ofrece planes a medida para cualquier tipo de exigencia, con un legado que abarca milenios y con una realidad en la que la oferta gastronómica permanece como uno de sus principales reclamos
En la correcta elección del destino perfecto para un periodo vacacional radica buena parte del éxito de una propuesta cuya importancia conecta directamente con nuestros días más importantes del año: aquellos que nos merecemos. Es por ello que pocas alternativas son capaces de atraer targets tan eclécticos como Castilla y León, un lugar donde la historia parece detenerse para ser masticada poco a poco. Se convierte así precisamente en lo que podría denominarse el paradigma de slow tourism, pero también de un concepto tan en alza como el turismo interior.
Incluso alguno de los usos más habituales de nuestra lengua remiten de forma ineludible a la propia Castilla y León, aunque ni siquiera seamos plenamente conscientes de su significación. Es el caso de estar en Babia, un lugar al que todos hemos viajado en nuestra imaginación, pero que, sin duda, merece una parada histórica, una glosa y un descubrimiento contemporáneo.
Babia conecta directamente con el paraíso que representó para gente de toda clase que había conocido esta comarca de la provincia de León. En el caso de los monarcas medievales, podría simplificarse la historia en su resort personal y los momentos en los que solamente se dedicaban a cazar, sin preocuparse de reinar. Hoy en día es Reserva de la Biosfera desde el año 2004 y uno de los destinos de turismo rural y de interior más conocidos de toda España, en el cual es todo un placer poder perderse en los mil rincones que esconden los valles y montañas de esta comarca leonesa.
Pero también los pastores que pasaban la mitad del año en tierras extremeñas se quedaban en ocasiones alelados pensando en los encantos de la tierra dejada atrás, y de ahí nace buena parte de una expresión que ha perdurado hasta nuestros días.
La catedral de León, la “Bella Leonesa” de estilo gótico situada en pleno Camino de Santiago es el primer monumento declarado como tal en España en el año 1844, o las Cuevas de Valporquero sitas en la misma provincia de León y un paraíso para los amantes de la geología, con un itinerario en sus entrañas de más de un kilómetro, son otros dos reclamos sin los que no podría entenderse una visita a la zona.
Sin embargo, es indisociable una visita sin conocer en profundidad la gastronomía y la oferta de un área que entre sus patrimonios culturales también tiene la comida. Se antoja fundamental una guía como Dónde Comer Sano (dondecomersano.es), portal avalado por la experiencia de los viajeros y que resulta un garante de fiabilidad en cualquier punto de la geografía, tal y como aseguran sus usuarios.
En él se pueden encontrar restaurantes sostenibles de toda Castilla y León, donde es posible degustar platos típicos y exquisitos manjares de cada provincia elaborados con productos de cercanía.
Foto portada: Paisaje de la comarca de Babia (Turismo Castilla y León)