AP. Frankfurt. El Festival de la ribera de los museos de Frankfurt (Museumsuferfest) volvió a atraer a cerca de dos millones de visitantes a ambas orillas del río Meno durante tres días con un variado programa. De ello se encargaron no sólo los museos y salas de exposiciones participantes, sino también Corea del Sur como país invitado de honor de este año. 6,8 kilómetros, como bien sabe el organizador Thomas Feda, director general de la empresa municipal de turismo y congresos, acogieron la participación de unos 27 museos, diversas asociaciones multiculturales asentadas en la ciudad y organizadores varios.
Doce escenarios y más de 400 stands ofrecieron conciertos de diversos géneros, espectáculos de danza y deportes, ricas ofertas culinarias con especialidades de todo el mundo y un amplio abanico de oportunidades turísticas adecuadas a todo tipo de público. Este año el invitado de honor del festival fue Corea del Sur. El trasfondo fue el 140º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Alemania y Corea del Sur y también la importancia de Fráncfort para la nación del este asiático, que no sin razón ve en la zona del Rin-Meno su puerta de entrada a Europa.
Más de 500 empresas coreanas tienen en la capital financiera su sede y unos 15.000 coreanos viven en la región, lo que la convierte en la comunidad coreana más grande del continente europeo, dijo Kyungsok Koh, cónsul general de la República de Corea, quien fue el anfitrión del festival junto con la responsable de asuntos sociales de Fráncfort, Elke Voitl. El Museumuferfest es famoso por celebrar la cultura global y ofrecer a los visitantes una experiencia inolvidable que abarca desde la tradición local hasta la expresión artística global.