La Ficción de Twitter: El Nuevo Pleno Municipal. Por Jesús Suárez

por Jesús Suárez

Es fascinante, realmente fascinante, observar cómo los partidos políticos de nuestra querida ciudad han logrado reinventar el concepto de gobernanza. No me malinterpreten, no hablo del pleno municipal, ese arcaico espacio físico donde supuestamente se toman decisiones que afectan a nuestra vida diaria. No, señores, la verdadera acción se ha trasladado a Twitter, la nueva ágora digital donde se debaten los temas más acuciantes de nuestro tiempo, un tuit tras otro.

Los políticos han descubierto que es mucho más efectivo, y evidentemente más divertido, gobernar desde sus teléfonos móviles. ¿Para qué molestarse en acudir a esas tediosas reuniones del pleno, donde hay que escuchar a los demás y llegar a consensos, cuando pueden simplemente lanzar sus críticas y propuestas en 280 caracteres? Además, en Twitter no hay necesidad de tomar acciones concretas. Es un espacio perfecto para la grandilocuencia y la retórica vacía, donde cada grupo puede tener su momento de gloria mediática sin las molestias de la realidad.

La estrategia es clara: saturar Twitter con mensajes repetitivos sobre las supuestas extrañezas y escándalos de la ciudad. Cada día, un desfile de tuits indignados y promesas vacías que parecen más un espectáculo de lucha libre que un debate político serio. La pelea digital está servida, y todos podemos sentarnos con palomitas a disfrutar del show. Es casi como si hubieran confundido Twitter con un ring de boxeo donde lo único que importa es dejar al rival sangrando, metafóricamente hablando, por supuesto.

Mientras tanto, en el mundo real, nosotros, los coruñeses, seguimos esperando. Nos ilusionamos con cada promesa lanzada al éter digital, solo para darnos cuenta, una y otra vez, de que esas palabras no se traducen en acciones concretas. Nos gustaría ver a esos valientes guerreros de Twitter levantarse de sus sillas, salir de sus oficinas, y, oh sorpresa, actuar en los plenos municipales. Porque, aunque parezca increíble, los plenos siguen siendo el lugar donde se pueden tomar decisiones reales.

Sí, pedimos acciones. Queremos que los políticos hagan algo más que criticarse mutuamente en las redes. Queremos que las promesas dejen de ser humo y se conviertan en realidades tangibles. Pero parece que nos hemos convertido en los espectadores de una obra de teatro donde el guion se repite infinitamente y los actores nunca salen del escenario virtual.

Así que, la próxima vez que veas un tuit de un político local, recordemos que es probable que sea solo eso: un tuit. Porque, al final del día, la impresión que muchos tenemos es que nos están tomando el pelo.

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