En el universo del cuidado de la piel, la elección de productos es realmente importante. Sin embargo, entender los ingredientes activos y sus beneficios es el primer paso hacia una piel visiblemente más sana y radiante. Aunque existen muchísimos componentes valiosos, hoy nos centraremos en tres verdaderos titanes que, por sus múltiples propiedades y eficacia demostrada, no deberían faltar en tu arsenal de belleza: el colágeno, el zinc y una vitamina estrella, la Niacinamida (Vitamina B3).
Todo sobre el colágeno
El colágeno es la proteína más abundante en nuestro cuerpo y el componente principal de los tejidos que conforman la piel, el cabello, las uñas, los ligamentos y los tendones. En la dermis, nuestra capa media de la piel, el colágeno actúa como un «andamio» que proporciona estructura, firmeza y elasticidad. Imagina una cama elástica; el colágeno son esos resortes que permiten que vuelva a su forma original.
Con el paso del tiempo, a partir de los 30 años aproximadamente, la producción natural de colágeno en nuestro cuerpo comienza a disminuir gradualmente. Factores externos como la exposición solar excesiva, el tabaco, una dieta poco saludable y la contaminación pueden acelerar esta pérdida. El resultado es la aparición de líneas finas, arrugas, flacidez y una piel menos tersa.
Para incorporarlo de forma tópica, puedes buscar sérums o cremas con colágeno hidrolizado o péptidos de colágeno.
El Zinc, otro imprescindible para tu piel
El zinc es un mineral esencial que desempeña un papel vital en numerosas funciones corporales, incluyendo la salud de la piel. Es conocido por sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, cicatrizantes y reguladoras de la producción de sebo.
El zinc es un aliado formidable para mantener la barrera cutánea en óptimas condiciones y combatir diversas afecciones. Además, El zinc es un filtro solar mineral físico que bloquea eficazmente los rayos UVA y UVB, previniendo el fotoenvejecimiento y el daño solar.
Las cremas para el acné suelen contener zinc, pero también otros productos como vitaminas en forma de gominola, lociones calmantes, cremas reparadoras e incluso protectores solares.
Niacinamida o Vitamina B3: la navaja suiza para tu piel
La Niacinamida, una forma de Vitamina B3, es un ingrediente multifacético que aborda una impresionante variedad de preocupaciones de la piel, lo que la convierte en una opción excepcionalmente interesante y versátil.
Este potente ingrediente es bien tolerado por la mayoría de los tipos de piel y ofrece beneficios notables. Entre ellos, es capaz de fortalecer la barrera cutánea, reducir el enrojecimiento o la inflamación, minimizar la apariencia de los poros, regular la producción de grasa, mejorar la hiperpigmentación o incluso ofrecer una protección antioxidante.
La niacinamida es más efectiva cuando se aplica directamente sobre la piel. Se encuentra de manera común en sérums, tónicos, hidratantes e incluso limpiadores. Busca concentraciones entre el 2% y el 10% para obtener buenos resultados sin riesgo de irritación.
Con estos tres ingredientes tendrás en tus manos el poder para conseguir una piel más cuidada, más bonita y, sobre todo, más saludable. Recuerda que cada piel es única y que para conseguir los mejores resultados es importante que consultes con un dermatólogo en caso de duda.