Riazor que se vistió de gala para homenajear a Djalminha continúa sin ver despegar al Deportivo de Idiakez

por Jorge García

El Deportivo regresa a Riazor para jugar un derbi o no ya que algunos aficionados pueden considerar que el derbi solo es ante el primer equipo del Celta, en este caso recibe al filial del conjunto olivo después de caer en los últimos minutos ante el Fuenlabrada.

Llega un encuentro envuelto en debate sobre contiene unidad o no de Idiakez. El técnico para conseguir aliviar la temporada y empezar la remontada hacia el objetivo del ascenso ha decidido apostar por cambios en la alineación, empezando por la portería dando entrada a Mackay, defensa de cuatro con el regreso de Ximo Navarro al lateral derecho, los dos Pablos, Martínez y Vázquez en el centro de la defensa y Dani Barcia en el lateral izquierdo, un doble pivote compuesto por Diego Villares y José Ángel, línea de tres mediapuntas con Pablo Valcarce que es el pichichi del Deportivo con dos goles, Cayarga y Mella y en la delantera Lucas Pérez.

Un encuentro en el que el Deportivo aparte de buscar la victoria por primera vez esta temporada en Riazor, también homenajeará a un integrante que ganó el título de Liga, una Supercopa y la Copa del Rey como Djalminha.

El Deportivo estaba llegando en los primeros minutos a la portería defendida por Coke pero no llegaba a convertir las oportunidades, sobretodo una de ellas de Lucas a pase de Cayarga y otra de Pablo Valcarce, estuvo a punto de anotar el Celta Fortuna debido a un error de Dani Barcia que actua en banda izquierda pero el balón se fue por encima de la portería defendida por Ian Mackay

En el minuto 31 Pablo Duran puso por delante al Celta Fortuna. El Deportivo a raíz del tanto en contra, se desconectó del encuentro, Pablo Vázquez a la salida de un córner estuvo a punto de poner la igualada en el marcador pero el balón se fue alto por poco.


Nada mas empezar el encuentro Idiakez realizo tres cambios, entraron Hugo Rama, París Adot y Jaime y salieron del campo Barcia, Ximo y Cayarga. La segunda parte transcurría con el Deportivo merodeando el área del Celta Fortuna, pero jugando con más corazón que cabeza, por momentos muy acelerados como queriendo buscar el segundo gol antes que el primero.

Riazor despidió al Deportivo después del encuentro con ligeros pitidos

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