El mediático Chef, David Gibello, sorprendido por la calidad de los vinos de Gran Canaria 

En plena efervescencia del vino blanco, el reconocido chef David Gibello se ha erigido en un apasionado embajador de los caldos españoles. Ignorando la caída general del consumo de vino, Gibello insiste: disfrutar de un buen vino es una experiencia que siempre merece la pena.

Aunque la fama de España recaiga sobre sus tintos de Rioja, Priorat o Ribera del Duero, Gibello se ha propuesto desvelar la riqueza oculta en sus vinos blancos. ¿Un ejemplo claro? Las Islas Canarias, un archipiélago volcánico que, más allá de sus playas de ensueño, guarda un tesoro enológico desconocido para muchos.

«Cuando pensamos en Canarias, la mente vuela a sus playas. Pero cada isla tiene su propia personalidad y, sin duda, sus vinos son un atractivo que merece la pena explorar», asegura Gibello, inmerso en la ruta del vino de Gran Canaria. Bodegas como San Juan, Mondalón y La Montaña lo han cautivado con la calidad de sus producciones.

La Denominación de Origen Gran Canaria ya está captando la atención de los aficionados, gracias a vinos ricos, complejos y con un sorprendente carácter mineral y salino. Gibello destaca variedades autóctonas como el listán blanco, albillo, malvasía volcánica y vijariego, que están redefiniendo la percepción del vino canario. «Son vinos poco conocidos con una relación calidad-precio increíble», afirma.

El chef no oculta su sorpresa ante la pasión de los viticultores canarios, dedicados a resaltar la identidad única de su tierra. Su compromiso con la sostenibilidad y las prácticas tradicionales no solo revitaliza estas técnicas ancestrales, sino que crea vinos que narran la rica historia y herencia cultural de la región.

Con la mirada en el futuro, David Gibello no solo promociona estos vinos en sus programas y redes, sino que anima a todos a abrir sus paladares a las maravillas de Gran Canaria. «Es un momento emocionante para el vino en España. Necesitamos seguir haciendo patria, reconociendo nuestros productos y creando una cultura en torno a ellos», concluye.

El viaje de Gibello por Gran Canaria es más que un descubrimiento personal; es una declaración de amor a los vinos de su país, abriendo nuevas fronteras en la percepción del vino español.

Comparte éste artículo
No hay comentarios